lunes, 27 de junio de 2011

Flujo de inversiones en el país y en Querétaro

Publicado en Plaza de Armas,  20 de Junio de 2011.

La inversión extranjera directa (IED), es decir, el dinero que llega de otros países para el establecimiento o expansión de empresas, es un indicador de la confianza y oportunidades que refleja un país en términos de mercados potenciales, eficiencias operativas, ventajas competitivas, etc. En este sentido, los capitales mundiales se irán a los países que presenten más oportunidades, seguridad y potencial de crecimiento.

Si dividimos al mundo en 3 grandes grupos definidos como economías desarrolladas (Estados Unidos, Europa occidental y Japón principalmente), economías en desarrollo (Latinoamérica, África y prácticamente toda Asia) y economías en transición (Europa Oriental, ex repúblicas soviéticas y los países de la Commonwealth), siempre era el grupo de las economías desarrolladas el que recibía la mayor parte de la IED en el mundo; sin embargo, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), en su reporte trimestral de Enero “Monitor de Tendencias de Inversiones Globales”, identificó que 2010 fue el primer año en que las economías en desarrollo y en transición recibieron  más del 50% de la IED, lo que refleja la mayor participación de estas economías en el marco mundial y diversas oportunidades de crecimiento apoyadas en estos flujos de dinero. Ante el contexto de las deudas gubernamentales y por lo mismo, el menor margen de maniobra que tienen dichos gobiernos, la UNCTAD identifica estos flujos de inversión como un componente importante en los países para tener un crecimiento sostenible.

México se encuentra en la competencia por atraer estas inversiones que generan empleo y desarrollo con impacto en el mediano y largo plazo. En el 2010, México recibió entre 17.7 y 18.7 miles de millones de dólares (estimados de la CEPAL y de Banco de México respectivamente), cifras que reflejan una mejoría respecto al 2009, pero sin alcanzar aún el pico del 2007. Este comportamiento es el mismo que ha tenido la IED a nivel mundial y muy parecido a la tendencia en Latinoamérica (con la única diferencia que en esta región el pico fue en el 2008).

México se mantiene como el segundo destino de inversiones en Latinoamérica, muy detrás de Brasil y ligeramente arriba de Chile, que es una economía 5 veces más pequeña que la de México; esto nos muestra que a pesar de ser un destino importante en términos de montos, este concepto no tiene aún la importancia relativa que tiene en otros países, lo que en teoría nos daría un gran margen de crecimiento aún.

Ahora, el reto de mantenerse como un destino atractivo depende de varios factores estructurales; sin embargo, enfoquemos el análisis sólo en el tema de seguridad. De acuerdo a un estudio de cobertura nacional desarrollado por la American Chamber of Commerce de México llamado “El impacto de la seguridad en México en el sector privado”, cuyos resultados publicó hace un par de meses, una de cada 2 empresas no han reconsiderado su inversión en México debido a este tema, mientras que el resto sí lo ha hecho o tienen dudas de hacerlo. Esto es ya innegablemente un punto de alarma, que posiblemente tenga ya una incidencia en lo que ha sido el comportamiento de la IED en el primer trimestre del año.

Mientras que comúnmente un componente fuerte de la IED recibida cada año son inversiones nuevas, en el primer trimestre del 2011 el componente principal fueron las reinversiones, con una proporción mucho mayor a la de los últimos 5 años. Esto parecería indicar que las empresas extranjeras presentes en México siguen viendo un clima propicio para reinvertir, pero que estamos fallando en atraer capitales nuevos, probablemente alejados por estos temas de seguridad. Una posición que refleja estas condiciones fue la descrita por la Directora General de General Electric en México el pasado mes de Mayo, donde estableció que si bien la inseguridad es un reto para el país, no es un factor para inhibir ni frenar las inversiones.

Más allá de percepciones o de declaraciones, los datos del Banco de México muestran que en el primer trimestre de este año recibimos 4.8 miles de millones de dólares, una cifra que nos pone en ruta para lograr el objetivo planteado por la Secretaría de Economía de cerrar el año con un monto entre 17 y 19 miles de millones de dólares, cifra igual o ligeramente superior a la del año pasado.

Si llevamos el análisis ahora a nivel del Estado de Querétaro, éste mantuvo un crecimiento de la IED durante el 2008 y 2009, pero tuvo un descenso en el 2010; a pesar de eso, la importancia de Querétaro dentro de la Federación aumentó y se convirtió en el 7º Estado con mayor IED. Esto es consecuencia de una mayor atracción relativa del Estado dentro del país y en el contexto latinoamericano, que inclusive se vio reflejado en un estudio desarrollado por la unidad de inteligencia del Financial Times que llamó “Ciudades del Futuro”, donde clasificó a la ciudad de Querétaro como la 7ª mejor ciudad de Latinoamérica en términos de potencial económico, recursos humanos, efectividad de costos, calidad de vida, infraestructura y facilidad para hacer negocios (atrás de Monterrey y Guadalajara dentro de México). Las inversiones siguen llegando en las áreas aeronáutica y de servicios, lo que traerá cambios importantes en la dinámica y perfil económico del Estado que deberán ser evaluados para identificar nuevas oportunidades y necesidades de la base empresarial, para atender los requerimientos de servicios y productos que tendrán estas empresas que serán parte de las que estén impulsando el crecimiento durante los próximos 5 a 10 años.

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