lunes, 4 de abril de 2011

¿Cómo está la salud económica de Estados Unidos?

Sí, todos conocemos el ya trillado dicho de “si a Estados Unidos le da gripa, a México le da pulmonía”. En una dinámica económica donde Estados Unidos es el destino del 80% de las exportaciones de México, el origen del 30% de la inversión extranjera directa en el 2010, el principal origen de turismo internacional para nuestro país (y nosotros su principal destino en el extranjero), así como el principal destino de capital humano, tanto legal como ilegal, que sale de nuestro país, es inevitable esta dependencia.

En la gráfica podemos ver la relación entre ambas economías en los últimos 3 años. Para hacerlos comparables, convertí el nivel de PIB de los 2 países a un índice base 100, donde tomo como referencia el nivel del PIB del 4º trimestre del 2007 (previo a la crisis económica). El PIB nacional tardó más en comenzar a contraerse, pero su caída fue más fuerte y el inicio de la recuperación más lento. Por este motivo, mantenemos la continua preocupación e interés por saber cómo se encuentra y qué perspectivas tiene la economía de Estados Unidos.

Gráfica hecha por Atalaya con datos del Bureau of Economic Analysis y el INEGI.

También podemos observar en la gráfica que los 6 trimestres recientes de crecimiento que ha tenido Estados Unidos lo han llevado por fin a recuperar los niveles del PIB previos a la crisis. Esta tendencia siempre será una buena noticia, pero no permite afirmar que los efectos de su crisis económica se hayan recuperado al 100%.

En ese periodo, el total de la población de Estados Unidos aumentó en más de 10 millones de personas, de los cuales 5.7 millones tienen 16 años o más y por lo mismo son potencialmente fuerza laboral. Esto se traduce llanamente a que se está produciendo el mismo volumen de bienes y servicios, pero entre más personas. La consecuencia de esto es que haya todavía algunos indicadores clave que no se han podido recuperar, como son el empleo y el nivel de ingresos.

Su tasa de desempleo reportada en Marzo de este año es del 8.8%. Hay dos noticias buenas: es la tasa más baja de los últimos 2 años y tuvo una fuerte recuperación en el primer trimestre del año; la mala es que se encuentra todavía muy arriba de los niveles previos a la crisis, donde la tasa de desempleo era del orden del 4.5% al 5%.

Derivado de esto, el nivel de ingresos promedio de la población sigue sin recuperarse. De acuerdo a la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos, esa variable ha tenido diversas fluctuaciones durante los últimos 2 años, y se encuentra ligeramente abajo del nivel más alto que se obtuvo en 2008.

Este panorama, aunado a otros factores externos e internos hace que recibamos continuamente señales encontradas sobre la economía norteamericana.

Por una parte, hay perspectivas muy positivas en algunos parámetros, como son el incremento en los pedidos de fábricas que tiene su mayor nivel desde Septiembre de 2006, o el aumento en el crédito al consumo que está permitiendo que haya más préstamos para gastos fuertes (compra de autos, botes, educación universitaria, etc.) con una caída del crédito en tarjetas. Pero por otra parte la gente sigue teniendo inquietudes sobre el futuro (el índice de confianza cayó en Marzo después de haber logrado el mes anterior el nivel más alto de los últimos 3 años), la inflación está creciendo a su nivel más alto en año y medio, y el mercado de bienes raíces residenciales tiene varios temas delicados por delante (el precio de las casas sigue cayendo, y muchas familias siguen con problemas hipotecarios que los pueden llevar a la pérdida de sus propiedades). Por si faltara poco, el gobierno americano está negociando fuertes reducciones en el gasto público, lo que puede ser positivo en un largo plazo por los altos niveles de déficit que tienen, pero en el corto plazo puede comprometer el ritmo de crecimiento.

Así como inicié con un dicho, cerraré con otro: “el que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla”. Es normal que las amenazas que identificamos nos provoquen temores, por las implicaciones que podrían tener en las economías de ambos países cuando todavía nos encontramos en un delicado estado de recuperación. Pero no olvidemos que en cualquier momento, así como hay amenazas, también hay oportunidades. La realidad nos indica que aún dentro de los temores que ha habido de una doble recesión por más de un año, Estados Unidos ha logrado ligar 6 trimestres de crecimiento y mantiene perspectivas de crecimiento para el 2011. Por lo tanto, asegurémonos de tener visibles en todo momento las fuerzas negativas y las positivas que debemos monitorear, evaluar y analizar; aquí le presenté las que considero más relevantes por el momento. Esto nos permitirá tomar mejores decisiones y actuar más oportunamente, lo que finalmente es una de las grandes funciones de la dirección de empresas.

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