lunes, 12 de marzo de 2012

Radiografía del sector manufacturero


La semana pasada se dieron dos noticias en torno a la actividad industrial que reflejaban visiones diferentes. Por una parte, se anunció que la industria automotriz terminará el año con cifras récord de producción y de exportación; por otra parte, se anunció que la actividad manufacturera en octubre tuvo un ligero descenso respecto al nivel de septiembre.

Si bien es cierto que una noticia no tiene que contraponer la otra, lo que nos indica es que el sector manufacturero, un sector de alta importancia en la economía nacional, tiene tanto sectores con niveles de actividad y perspectivas favorables, como otros que se encuentran en situaciones complicadas.

Veamos el análisis detallado, tanto de todos los grandes sectores en la actividad manufacturera como su comportamiento durante el año. Para su análisis, el sector manufacturero se divide en 21 tipos de actividades diferentes. En su conjunto, estas 21 actividades han tenido en su nivel de actividad un ligero incremento de 2% en lo que va del año, por lo que vemos que es un sector que está creciendo a un ritmo menor que el resto de la economía nacional. Este dato no es tranquilizador, pero al menos nos señalaría que a pesar del contexto general de incertidumbre económica mantiene su ciclo de crecimiento, aunque fuera a ritmos lentos; sin embargo, viendo más detalladamente los datos, hay un indicador que presenta un panorama más preocupante: el crecimiento básicamente se dio en los primeros 5 meses del año, que coinciden con el periodo en que las perspectivas de crecimiento económico mundial se mantenían optimistas, pero a partir de junio, el nivel se ha mantenido prácticamente estancado, con un ligero descenso. Es aquí donde vemos otro de los impactos de la volatilidad económica mundial.

Hace 2 semanas analizábamos cuáles eran los motores del crecimiento económico que estaba teniendo el país en el año, y veíamos como las exportaciones industriales, que se habían mantenido como uno de los motores de crecimiento desde el 2010, comenzaba a reflejar algunos signos preocupantes, ya que aunque las exportaciones automotrices seguían a un ritmo interesante, el resto de las exportaciones manufactureras se habían caído.

Así que contamos ya con 5 meses en la que el nivel de actividad manufacturera en su conjunto se mantiene estancada. Obviamente, al analizar los 21 sectores que la conforman nos encontraremos diversas tendencias. Por ejemplo, los sectores que han mantenido un mayor ritmo de crecimiento durante los últimos 5 meses son muebles y productos relacionados, productos derivados del petróleo y el carbón, la fabricación de prendas de vestir y la fabricación de maquinaria y equipos. Nuevamente, esto se podría ver como señales favorables que indiquen que a pesar del incierto entorno mundial, hay sectores que mantienen una atractiva dinámica de crecimiento (estos 4 sectores tienen ritmos de crecimiento del 4.6% al 6.8%); la mala noticia es que tres de estos 4 sectores vienen de haber tenido contracciones en los primeros 5 meses del año, así que sólo el de productos derivados de petróleo y carbón se podría decir que trae una dinámica sostenida de crecimiento interesante. Además de éste, hay otros 3 sectores que han mantenido las 2 mitades del año con crecimiento, aunque a ritmos menores (plástico y hule, industrias metálicas básicas y productos metálicos). Así que sólo 4 de los 21 sectores manufactureros han tenido un año manteniendo sus ritmos de crecimiento, los otros 17 han tenido un año mas bien difícil con periodos de crecimientos y caídas o con una continua disminución. Dentro de esos 17, los 3 que han tenido el peor comportamiento son la fabricación de insumos textiles, la producción de productos textiles excepto prendas de vestir y la industria de impresión e industrias conexas, los tres con caídas en el año que van del  7.5% al 7.7%.

El panorama deja una perspectiva de incierto a negativo en su mayoría. Ahora, si evaluamos el sector automotriz (nota con la que comenzamos el análisis), es bueno que se tenga un año récord en ese sector, pero lo preocupante es que su tendencia reciente va hacia la baja. Aunque la manufactura de equipo de transporte ha tenido un crecimiento del 7% en el año, éste es una mezcla de unos primeros 5 meses espectaculares, con crecimiento superior al 12%, y de otros 5 meses  con una caída de 4.8% (la segunda más fuerte de los 21 sectores); por lo tanto, vemos que siguen apareciendo focos amarillos y naranjas en este panorama.
Sin duda, es un sector que tiene alta importancia económica en el país, tanto por el flujo de inversiones como por la generación de empleo (en el año, hay 815,000 nuevos trabajadores permanentes y temporales registrados en el Seguro respecto a Diciembre del año pasado, de los que casi el 30% fueron generados por industrias manufactureras). A nivel de nuestra realidad económica más cercana, el PIB generado por el total de industrias manufactureras es la cuarta parte del PIB total del Estado. Sin duda, un sector de alta importancia que deberemos seguir monitoreando ante los signos preocupantes de los meses recientes.

¿Distribución de la riqueza? O de la pobreza


Publicado en Plaza de Armas el 12 de Diciembre de 2011

La teoría dice que a mayor generación de riqueza, debería haber una mayor distribución de dicha riqueza en la población, mejorando los niveles de vida de comunidades en su conjunto. Y las cifras globales parecerían confirmar esta teoría: el PIB del mundo ha crecido 138% en los últimos 30 años, mientras que el número total de gente viviendo con menos de 1.25 dólares al día bajó en el mundo en desarrollo de casi 1,900 millones de personas en 1980 a cerca de 1,400 millones de personas en 2005 acorde a cifras del Banco Mundial.

Sin embargo, vale la pena revisar más a detalle esta realidad bajo dos perspectivas: la primera es el análisis de dónde se dio la reducción de la pobreza bajo ese parámetro de medición (en muchos países, incluido México, la pobreza se está evaluando como un tema que no sólo depende del nivel de ingresos, sino también de la carencia en algunos satisfactores sociales como son el acceso a educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación; para esta parte del análisis, tomaremos sólo el dato de ingresos al día), la segunda es la evaluación de otra variable ligada de cierta forma a la pobreza, pero que da otra óptica, la equidad de la distribución de la riqueza.

Dentro del primer análisis,  un país que sesga fuertemente los resultados globales es China; mientras que en 1980 aportaban más de 800 millones de personas viviendo con menos de 1.25 dólares diarios, en 2005 ese número bajó significativamente a 200 millones de personas; así que si vemos al resto del mundo en desarrollo, el número de pobres aumentó en más de 100 millones de personas en el mismo periodo. Es cierto, la proporción disminuyó, pero la gran pregunta sería, ¿disminuyó en la proporción que podría haber disminuido considerando que el PIB de dichas economías creció considerablemente más que la población en ese mismo lapso?

Esto nos lleva al segundo parámetro de análisis: la forma en que la riqueza se concentra o se distribuye. Para medirlo se usa un coeficiente llamado Gini que tiene dos límites teóricos: 0 cuando todas las personas en un país o región tienen el mismo ingreso, y 1 cuando se da el extremo máximo de concentración (que una persona tuviera toda la riqueza del país o la región); por lo tanto, cuando el coeficiente Gini disminuye señala que hay una distribución más equitativa de la riqueza, y cuando aumenta señala que hay una mayor concentración de la misma en pocas personas. Un estudio publicado la semana pasada por la OCDE muestra que entre una muestra importante de sus países miembros, en promedio ha aumentado dicho coeficiente; es decir, ha aumentado la concentración en la distribución de la riqueza. De 22 países evaluados, sólo en Grecia y Turquía disminuyó dicho coeficiente, en Francia Hungría y Bélgica se mantuvo prácticamente igual, y en otros 17 países aumentó. Así que estas cifras nos permiten sacar de entrada 2 conclusiones: la distribución más amplia de la riqueza no es un tema que sólo concierne a los países en desarrollo, sino también a los desarrollados (como hemos podido ver con tantas manifestaciones sociales alrededor del mundo), y la segunda es que pareciera que algo en el sistema no está funcionando bien a nivel mundial cuando vemos que la riqueza está tendiendo a concentrarse más y más.

Ahora, llevemos el análisis al caso particular de México, donde resaltaremos dos características derivadas del estudio de la OCDE. Hay noticias buenas y malas. La buena es que el coeficiente de Gini ha disminuido desde el pico que se alcanzó a mediados de los 90, lo que nos dice que llevamos cerca de 15 años en esta tendencia de reducción de la concentración de la riqueza; la mala es que México tiene el coeficiente más alto de los países analizados. Dicho de otra forma, mientras en los países de la OCDE el promedio de ingresos del 10% más rico de la población es 9 veces más grande que el 10% más pobre, en México esa diferencia era de 26 veces en el 2008. De forma más reciente la brecha sigue reduciéndose, ya que acorde a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2010, la crisis impactó a todos los niveles de ingreso, pero ligeramente más a los superiores. Pero regresemos al primer indicador de los 2 evaluados en esta columna: la pobreza.

En México, la pobreza ha aumentado en los últimos años. La CONEVAL publicó que el estimado de pobres en el país (bajo estas dos dimensiones de carencias de ingresos y carencias de derechos sociales) es de 52 millones. Además, hay otros 6.5 millones vulnerables por ingreso, y otros 32.3 millones vulnerables por carencia social. Así que del gran capital humano que tenemos en el país, sólo 21.8 millones (o el 20% de la población) no tienen ningún grado de vulnerabilidad, ni por ingreso ni por derechos sociales. Sin duda, algo no está funcionando bien como sistema, y es importante que comience a tener consistentemente un ciclo de mejora que involucre a todos los actores de nuestra sociedad. El reloj sigue avanzando.

¿Es sostenible el crecimiento económico actual?


Publicado en Plaza de Armas el 5 de Diciembre de 2011

La semana pasada analicé el dato del crecimiento de la economía nacional desde la perspectiva de los diversos sectores económicos que la conforman para comprender qué sectores son los que aportan más y cuáles los que aportan menos al resultado general y, de esa forma, identificar cuáles actividades económicas tienen mejores dinámicas y perspectivas y cuáles tienen panoramas más complicados.

De esta forma, pudimos ver que los que más aportan al crecimiento son el comercio y las manufacturas por su tamaño, los que tienen mayor ritmo de crecimiento son el sector primario y los servicios financieros y de seguros, y que hay sectores que aunque tienen actualmente una dinámica de crecimiento, siguen sin recuperar los niveles que tenían previos a la crisis, lo que seguramente se refleja en dinámicas competitivas complicadas (minería, construcción y servicios profesionales).

Ahora, la gran pregunta es, ¿qué tan sostenible es este crecimiento? Por una parte, la mezcla de los sectores económicos que están empujando el crecimiento deja ver algunos focos amarillos sobre dicha sostenibilidad. Pero hay otros dos enfoques que nos permitirán evaluar esto: el comportamiento del comercio exterior y de la demanda interna.

Por una parte, las exportaciones han sido un motor muy importante del crecimiento desde el 2009, ya que las exportaciones petroleras han crecido un 43% desde el cuarto trimestre del 2009, y las manufactureras un 30%. Dado que el 80% de las exportaciones no petroleras tienen como destino Estados Unidos, este sector mantendrá su dinámica de crecimiento mientras lo haga la economía norteamericana. Dicha economía acumula más de 2 años de crecimiento económico, pero hemos visto cómo las turbulencias financieras internacionales han hecho que sus expectativas de crecimiento para este año y el que viene se reduzcan. Hasta el momento, las cifras nos indican que el crecimiento de la economía en el 2011 sí será menor al del año pasado, pero el ritmo de crecimiento trimestral ha ido aumentando durante el año, lo que nos señala que la probabilidad de una recesión próxima (6 meses) se va reduciendo

Sin embargo, persisten los riesgos financieros internacionales, así que ahora el foco de atención se centra en lo que ocurra con la crisis de deuda de Europa, ya que un efecto contagio en el sistema financiero traería fuertes impactos en la dinámica económica de Estados Unidos y por consecuencia  en la nuestra. Al respecto, si bien el panorama tiene varios riesgos, tanto financieros y económicos como políticos y sociales, las señales por el momento son muy mezcladas e indican comportamientos mas bien especulativos de los grandes inversionistas, ya que mientras hace 2 semanas Alemania logró colocar apenas la mitad de una emisión de deuda que hizo, Italia y España lograron una colocación exitosa hace unos días, así que parece que los inversionistas no tienen una aversión a todo lo que sea deuda europea, sino que evalúan claramente el riesgo-beneficio de una inversión y castigan a un país que tiene una tasa de interés sumamente baja (obligándola a subirla) y buscan la deuda de países que ofrecen más rendimiento (aunque evidentemente también más riesgo).
De esta forma, vemos varios riesgos en el frente del comercio exterior que se comienzan a reflejar en el tercer trimestre del año, cuando se tuvo el menor ritmo de crecimiento de las exportaciones en los últimos 2 años. Esto fue provocado por la caída de las exportaciones manufactureras diferentes al sector automotriz, lo que rompió una dinámica de crecimiento de casi 2 años.

De esta forma, nos dejaría entonces con la demanda interna como el otro pilar que debería sostener el crecimiento de la economía nacional, aunque hemos visto que sigue sin recuperarse de los efectos del 2009. Ya he escrito en esta columna sobre la caída de los ingresos de los hogares mexicanosen el periodo 2008-2010 y sobre el consecuente aumento de la pobreza; pero para darle otro contexto, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), organismo de la ONU, acaba de publicar que de 18 economías latinoamericanas que evaluó, sólo Honduras y México aumentaron su nivel de pobreza en el 2010, así que esto nos deja en una posición más vulnerable respecto al resto del continente.

Esto nos lleva a un círculo vicioso que no tiene pintas de romperse en el corto plazo: la demanda interna se recuperará mientras haya mayores ritmos de crecimiento económico (ya que traería más y mejor empleo), pero el ritmo de crecimiento está limitado ya que contamos con un mercado interno muy restringido (y el mercado externo tiene turbulencias). Así que o buscamos mercados externos que complementen el crecimiento de las exportaciones (posiblemente economías emergentes), o se hacen acciones que estimulen el mercado interno a través de reformas o programas laborales y fiscales. Por lo pronto, el estímulo que está teniendo el consumo es positivo (como vimos hace algunas semanas, el  crédito al consumoha crecido de forma importante), pero no se ve como una opción muy sostenible mientras no haya bases económicas sólidas con perspectivas de mantenerse en el mediano y largo plazo.

Sectores en los que está creciendo la economía


Publicado en Plaza de Armas el 28 de Noviembre de 2011

La semana pasada, INEGI publicó el dato sobre el Producto Interno Bruto (PIB) del país en el tercer trimestre del año, un dato que era importante conocer ya que sería otro elemento para evaluar el impacto que habría tenido el nerviosismo financiero mundial que se acentuó en el verano y que trajo como consecuencia la reducción de expectativas de crecimiento del país en este año (un primer impacto claro y que permanece es el del alza del tipo de cambio).

Pues bien, el dato fue sin duda positivo, aunque tiene también diversos matices que hay que evaluar y mantener presentes. Lo positivo es que el PIB del país sigue creciendo; de hecho, si vemos el crecimiento de la economía respecto a su trimestre anterior, vemos que en una parte importante de estos 9 trimestres consecutivos de crecimiento, la economía ha tenido un comportamiento ligeramente irregular al tener trimestres con crecimiento entre el 1% y el 2%, otros con crecimiento mucho menores, del orden el 0.5%. Este comportamiento se rompió con este resultado, y ligó dos trimestres con crecimiento del 1.3%, como se ve en la siguiente gráfica.


Elaborado por Inteligencia de Negocios Atalaya con datos del PIB publicados por INEGI

Con este dato, la economía del país acumula un crecimiento de 3.2% en este año, lo que hace prever que no será difícil alcanzar los pronósticos que se encuentran alrededor del 3.7% (cuando al principio del año, los pronósticos estaban mas bien arriba del 4%); sin embargo, recordemos que el crecimiento del 2010 fue de 5.5%. Evidentemente, hay un componente aritmético en este cálculo, ya que el 2010 fue comparado con un 2009 en el que se contrajo la economía, por lo que la base de cálculo era más pequeña; pero de cualquier forma hay elementos que dejan ver que el ritmo de crecimiento no ha sido suficiente para solventar algunos impactos de la crisis de hace 2 años, como que la tasa de desocupación se mantiene en niveles aún superiores a los del 2007 y principios del 2008. Por lo tanto, todo parece indicar que la economía podría estar entrando a un ciclo de desaceleración, pero aún sin perspectivas claras si esto llevaría a una contracción económica o no. Eso se ve difícil al menos para el siguiente semestre, pero mientras sigan creciendo el nerviosismo y riesgos internacionales, hay muchos focos amarillos o naranjas en el entorno.

Ahora, si entramos al análisis detallado de este crecimiento, vemos que a nivel de gran bloque de actividad económica, son los servicios (el sector terciario) el que está empujando de forma fuerte el crecimiento del país. Si lo analizamos más detalladamente, a nivel de sector económico, son el comercio en un claro primer lugar y las industrias manufactureras en un distante segundo lugar, los que están empujando el crecimiento. Esto es mas o menos natural por el tamaño de estos dos grandes sectores de la economía. Así que analicemos ahora el puro ritmo de crecimiento, para identificar qué actividades económicas son las que tienen mayor dinamismo y cuáles las de menos.

Desde esta óptica, los sectores que sobresalen son el sector primario (agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza), con un crecimiento de 6.9% en términos reales respecto al último trimestre del 2010. Le siguen el sector de servicios financieros y de seguros, con un crecimiento del 6.7%, el comercio con 6.4% y la información en medios masivos (que además de los medios tradicionales como televisión, radio y prensa impresa abarca también el desarrollo de software) con un ritmo del 6.1%.

De los primeros 3 sectores, el sector primario es un sector que siempre dará tranquilidad en cuanto a que se mantenga en crecimiento por lo que implica en la seguridad alimentaria, pero que depende también de factores coyunturales, como el alto índice de precios de los alimentos que se tiene a nivel internacionales, o de sequías como las que se viven actualmente en una parte importante del país, para hacer que crezca o decaiga en ciclos relativamente cortos. Por otra parte, el crecimiento del comercio y del sector financiero tienen cierta relación, por el dato que veíamos de la expansión queha tenido el crédito al consumo; pero también sabemos que crecer por este medio tiene ciertos riesgos si no se hace de forma controlada, como ha pasado con anterioridad, y puede resultar en una especie de hipoteca del futuro (se solventa la situación presente comprometiendo la futura). Así que, si este es el camino correcto del crecimiento económico, como afirmó la Presidencia de la República al anunciarse el dato del PIB, es un camino que en lo personal no me parece el más sustentable de todos.

Aún así, con estas cifras de expansión, seguro habrá sectores que no sientan esta dinámica, y es que todavía hay actividades económicas que no recuperan los niveles de actividad previos a la crisis. Estos son (en orden del más al menos distante respecto a su nivel máximo): minería, construcción, servicios profesionales, científicos y técnicos, servicios de salud y de asistencia social, servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas y la dirección de corporativos y empresas.

En conclusión, vemos como un crecimiento económico nacional, que en sí es positivo, envuelve diversas realidades, y para los ejercicios de planeación de su empresa será importante evaluar los crecimientos de su sector, no los de la economía en general. La próxima semana analizaré los factores que han empujado este crecimiento, así como los impactos que ha generado en la creación de empleo, lo que realmente permitiría hacer que esta dinámica sea sustentable.

Crédito al consumo: una alternativa que sigue abierta


Publicado en Plaza de Armas el 14 de Noviembre de 2011

En esta época en la que comienza la temporada comercial fuerte, los negocios tienen un reto extra además de enfrentar a la competencia en la lucha por ganar ventas y clientela: los hogares tienen cada vez una bolsa más pequeña entre la que deben distribuir sus presupuestos y gastos.

Existen diversos elementos que muestran la forma en que los ingresos y la capacidad de consumo de los hogares se ha visto afectada. Por una parte, las estadísticas muestran que en el contexto general de la economía, la demanda interna aún no recupera los niveles previos a la crisis, por lo que el crecimiento que se ha tenido en los últimos 2 años ha sido fuertemente empujado por las exportaciones. Junto con este dato, conocimos en Julio de este año los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares efectuada el año pasado, en la que conocimos que los ingresos de los hogares cayeron 12% en el lapso 2008-2010, lo que permitía dimensionar el debilitamiento del mercado interno y, como otra consecuencia natural, identificar el crecimiento de la pobreza en el país.

Una caída de esa magnitud en ese corto lapso sin duda lleva a reajustes importantes en los hábitos y en la confianza de los consumidores. Por una parte, conocemos tanto por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que elabora el INEGI como por un par de encuestas desarrolladas por la American Chamber of Commerce y por México Unido contra la Delincuencia, que la informalidad ocupa una parte importante de la actividad económica. En los 2 estudios mencionados sobre la informalidad, se identificó que entre 67% y 80% de los encuestados había comprado algún producto en la informalidad en los últimos 3 meses (una de las encuestas fue desarrollada en la ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Puebla, la otra sólo en México); en ambos casos, una gran mayoría establece como su principal razón para comprar en ese mercado la economía y búsqueda de productos de menor precio, aunque sean de menor calidad. Este es un comportamiento muy preocupante, por diversos motivos, que refleja cómo actúan las familias ante esta pérdida de poder adquisitivo.

Desde otra óptica, vemos que la confianza del consumidor ha tenido diversos altibajos en el año, pero prácticamente se ha mantenido en los mismos niveles que tiene desde finales del año pasado, y todavía por debajo de los niveles previos a la crisis. Dentro de los 5 componentes que conforman el índice de confianza, el más afectado ha sido el que hace referencia a la confianza para comprar productos de mayor inversión (electrodomésticos, muebles, etc.), y como muestran algunos otros índices, las ventas al menudeo de este tipo de productos, aunque han tenido una mejora en el año, siguen en niveles todavía inferiores o cercanos a los que se tenían antes de la crisis. Así que aún dentro de la restricción en el poder adquisitivo, hay sectores económicos que lo sufren más que otros.

Un componente importante a considerar en este escenario es el comportamiento del crédito al consumo, dividido en tarjetas de crédito, créditos para la adquisición de bienes de consumo duraderos, los créditos personales (dentro de los que están los créditos de nómina) y otros tipos que son minoría. La cartera de estos créditos ha ido en constante crecimiento desde inicios del 2010 hasta el mes de agosto como consecuencia del clima de recuperación económica. El crecimiento ha sido empujado principalmente por el crecimiento de los créditos personales, aunque el componente más importante sigue siendo el de tarjetas de crédito. Siempre es un balance delicado el crecimiento de este tipo de financiamiento, ya que si bien estimula el consumo, si no es otorgado cuidadosamente puede comenzar a generar una bola de nieve muy negativa. Por lo pronto, acorde al Reporte sobre el sistema financiero publicado por el Banco de México en Octubre, el porcentaje de los créditos bancarios al consumo que han pasado de pagos puntuales a atrasados ha ido disminuyendo en el año (cifras hasta Junio). Los créditos que tienen más tasa de transición de puntuales a atrasados son los créditos personales, que están en el orden del 5%; los créditos de tarjetas y automotriz se encuentran entre el 2% y el 3%. El índice que sí ha estado creciendo es el que pasa de atrasado a vencido. Cerca del 16% de los créditos personales atrasados pasa a vencidos, mientras que aproximadamente el 14% de los créditos con tarjeta tienen este comportamiento; sin embargo, los resultados dejan ver que los valores se mantienen en rangos razonables y controlados.

Si analizamos a más detalle el comportamiento de las tarjetas de crédito, que son el principal componente del crédito al consumo, acorde a las cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores la tasa de cartera vencida se ha mantenido durante el año en el rango del 4.7% al 5.5%, cifras menores a los peores momentos del 2009, pero muy arriba de los niveles del periodo 2003-2005.

Así que, si está del lado del consumidor, cuide el uso correcto de los créditos al consumo a los que puede acceder; recuerde que facilitan el acceso a ciertos bienes que de otra forma sería difícil tener, pero no olvide que finalmente es dinero que debe pagarse. Si está del lado del ofertante, piense en cómo podría beneficiarse su negocio del uso de estos créditos; su tasa de crecimiento sigue a la alza, y aunque tenga comisiones, le dan acceso a ventas que de otra forma no tendría; con más de 21 millones de tarjetas disponibles, no es un mercado despreciable.

Perspectivas para el cierre del 2011


Publicado en Plaza de Armas el 7 de Noviembre de 2011

La semana pasada comenté en esta columna que los aires de optimismo que se habían respirado a nivel mundial por los acuerdos en Europa podían dar cierta tranquilidad para el cierre del año; pero también mencionaba que ante lo frágil de las situaciones económicas y políticas, no sería raro que surgiera una nueva situación que reactivara el nerviosismo. Bueno, pues no hizo falta esperar mucho. La noticia de la semana pasada fue la intención del referéndum en Grecia propuesta por su Primer Ministro, intención que en pocos días quedó eliminada ante las “invitaciones” hechas por Alemania y Francia. Pero eso fue suficiente para que nuevamente hubiera reacciones negativas en las bolsas mundiales.

De esta forma, parece que la única certidumbre que tendremos en los meses siguientes será la permanencia de la incertidumbre: noticias que provoquen sobrerreacciones en los mercados, estrechos márgenes de maniobra en lo político, en lo social y en lo económico en diversos países, etc. En los días pasados, el Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos declaró que el crecimiento económico de Estados Unidos será “frustrantemente lento”, y el crecimiento en varios países europeos tiene aumentos marginales, prácticamente estancados.


La semana pasada escribí sobre algunos de losimpactos de esta incertidumbre tanto en el tipo de cambio como en ladisponibilidad del crédito
Pero desde la perspectiva del crecimiento económico, ¿cómo nos está afectando el entorno? Las cifras más recientes del PIB nacional son las del 2º trimestre del año, cuando había aún menos pesimismo en las perspectivas económicas; pero con esas cifras no podemos ver el impacto del tremendo nerviosismo del tercer trimestre. Lo más cercano que tenemos es el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que tiene cifras hasta Agosto (no es tan amplio como el PIB, pero refleja cierto comportamiento de la actividad económica). Este Indicador tiene altibajos en Julio y Agosto, con el segundo crecimiento mensual más grande del año seguido de la caída mensual más grande del año; es decir, volatilidad, pero aún en su segundo nivel más alto del año. Otro indicador que sirve para entender la situación actual es el Indicador Coincidente, un indicador formado por 6 componentes que muestra el estado general de la economía de un país dividiéndolo en 4 etapas: expansión, desaceleración, recesión y recuperación. En Julio, este indicador mostró un ligero crecimiento respecto a Junio, con lo que seguía en el periodo de Expansión (muy cerca de la frontera de desaceleración). Lo interesante es que uno de los 6 componentes (el de actividad industrial) lleva un par de meses en la etapa de desaceleración, algo que no ocurrió en los primeros 5 meses del año donde todos estaban en expansión; así que esto deja ver un posible cambio de etapa si la tendencia sigue.


Pero más allá de estas tendencias recientes, que son importantes para ver la magnitud de los impactos económicos mundiales en el país, lo que siempre procuramos proyectar es cómo se comportará el futuro próximo. Ante la falta de una bola de cristal, contamos con algunos elementos que son ayudas parciales para vislumbrar el futuro y poder planear la actividad empresarial. Por una parte tenemos los pronósticos de distintas instituciones, que más allá de brindar un estimado numérico sobre el crecimiento de la economía, ayudan a conocer el sentir generalizado de las perspectivas económicas próximas. Aquí he mencionado algunos pronósticos como el del Foro Económico Mundial, Morgan Stanley, etc. Ahora me centraré en los datos que publica el Banco de México basado en encuestas mensuales que hace con diversos analistas económicos. Las perspectivas para el cierre del 2011 y el 2012 han estado reduciéndose desde Junio, con caídas fuertes a partir de Agosto. El pronóstico que este grupo de analistas da para el 2011 es de un crecimiento de 3.72%, cifra inferior al optimismo que se vivió en los primeros meses del año, pero aún mayor de la que se tenía a finales del año pasado. Cuando comparamos esto con el crecimiento del 2010, que fue de 5.1%, y con la perspectiva para el 2012, que está en 3.24%, vemos que este periodo de lento crecimiento parece que durará por mucho tiempo.

Como un elemento más de apoyo, mencionaré el Indicador Adelantado publicado por INEGI (pero que también es calculado por otras instituciones como el Conference Board y en diversos países). Este indicador tiene desde Abril un valor que lo ubica en el ciclo de Desaceleración, y desde entonces se ha mantenido en ese periodo, pero con una tendencia de empeoramiento de sus componentes, incluso con algunos ya en etapa de recesión (los que están más ligados a la volatilidad reciente, como son el índice de la bolsa y la tasa de interés interbancaria).

Todos estos indicadores, pronósticos y resultados recientes confirman la permanencia por varios meses de la desaceleración económica que estamos viviendo. Recordemos que desaceleración señala que aún hay crecimiento, menos lento, pero crecimiento. ¿La desaceleración podría llevar a una recesión próxima? Hasta el momento, prácticamente ningún analista estima esto como el escenario base, es decir, el más probable, así que sigamos planeando con escenarios de lenta expansión en el mediano y largo plazo.

Comportamiento del crédito a empresas

Publicado en Plaza de Armas el 31 de Octubre de 2011


Las noticias financieras provenientes de Europa siguen afectando la volatilidad de los mercados financieros. En esta semana, las noticias fueron mas bien positivas con el acuerdo logrado en Europa sobre la deuda griega y el fondo de apoyo europeo. Eso provocó que las bolsas en el mundo tuvieran en la semana un crecimiento promedio global de 3.8%, con lo que se acumula un crecimiento de 17% en el mes de Octubre. Cuando revisamos que esta recuperación sigue a una caída de casi 22% en los 2 meses y medio previos,  entendemos la magnitud de la volatilidad reciente en los mercados.

Los impactos de estos movimientos en las economías emergentes vienen por distintos frentes: debido al nerviosismo, los capitales buscan destinos más seguros, por lo que hay salida de capitales de los mercados emergentes, lo que hace que el tipo de cambio aumente. Como ejemplo comparemos la variación que ha tenido en el año el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que ha tenido un comportamiento muy similar a las bolsas en el mundo, con la variación del tipo de cambio acorde al Diario Oficial de la Federación (DOF).




Gráfica elaborada por Inteligencia de Negocios Atalaya con datos de la Bolsa Mexicana de Valores y del Banco de México

Se ve que en el periodo de Enero a Julio, en que la Bolsa tuvo movimientos menos fuertes, el tipo de cambio se mantenía en un rango estable con una tendencia a la baja; pero a raíz de los movimientos bruscos de la bolsa en el tercer trimestre, el tipo de cambio sufrió presiones a la alza que lo llevaron al orden de los 14 pesos por dólar. Ante la recuperación de Octubre de la Bolsa, el tipo de cambio también ha ido bajando hasta estar en los niveles de los 13 pesos por dólar, donde los estimados indican que permanecerá durante el año. Esto hace que el costo de financiamiento de las empresas, si tienen préstamos en dólares, aumente por el puro efecto cambiario (al momento es 7% más caro que a inicios de año).

Pero además del efecto por el tipo de cambio, está el efecto de aumento de costo por las tasas de interés, otro de los impactos asociados a la volatilidad internacional. Para que las economías emergentes permanezcan atractivas en un entorno de riesgos, deben ofrecer más rendimientos, lo que hace que el dinero cueste más.

¿Qué perciben los empresarios en México ante estos impactos negativos en el costo y disponibilidad del financiamiento? Hay 2 publicaciones recientes que nos permiten conocer este aspecto. El “Reporte sobre el Sistema Financiero” que publicó recientemente el Banco de México (BANXICO), donde se presentan datos del financiamiento a empresas privadas no financieras al mes de Junio; los datos reflejan que el financiamiento total a las empresas sigue creciendo respecto al año pasado, aunque con una ligera disminución en la tasa de crecimiento. Por otra parte, las empresas perciben que los costos de los financiamientos (tasas de interés, comisiones y otros gastos) así como los requerimientos de colaterales se vuelven menos accesibles, mientras que los montos y plazos ofrecidos y el tiempo de resolución siguen accesibles, aunque con una tendencia a la estabilización y reducción. El segundo reporte es el llamado “Barómetro de Empresas” que publica trimestralmente la empresa consultora Deloitte. En éste, los empresarios perciben al tercer trimestre que la disponibilidad de crédito es ligeramente mejor que hace un año, pero es un dato que lleva 2 trimestres consecutivos con una caída en la percepción de mejoría.

¿Esta percepción está basada en hechos reales? Analicemos las cifras que publica la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, donde refleja la situación de la cartera de crédito de 34 instituciones bancarias en el país respecto al financiamiento a empresas. Las cifras son al mes de Agosto de este año. De acuerdo a estos reportes, en el año se han entregado más de 700,000 créditos a empresas. Aunque tanto el número de créditos como el monto promedio de estos es muy variable mes con mes, si analizamos los datos agrupados por trimestres (para reducir un poco la variabilidad), vemos que en el 2º trimestre sí hubo una reducción en el número de créditos respecto al primero, pero en promedio fueron créditos de un monto mayor. Ahora, si comparamos esto con Julio y Agosto, el número de créditos tiene una ligera mejora, pero ahora fue el monto promedio del préstamo el que se ha reducido ligeramente. Así que ante estos comportamientos, es normal la percepción de menos accesibilidad a los créditos bancarios, ya sea en número o en monto. En lo que respecta al costo del financiamiento, de los mismos reportes vemos que las tasas de interés promedio en Julio y Agosto fueron de las más altas del año, por lo que vemos que en efecto hay menos accesibilidad en los costos.

¿Cómo cerrará el año? Es posible que las buenas noticias de la semana pasada mantengan una inercia en los 2 meses faltantes, con lo que cerraríamos con un optimismo mucho menos moderado que al inicio del año, pero aún en escenarios de expansión económica; sin embargo, es tan frágil la situación de varios países, en su entorno económico y político, que no es difícil que surja una nueva fuente de preocupación y nerviosismo mundial en estas semanas, principalmente provenientes de Europa.  Sólo queda estar alerta para actuar oportunamente.

jueves, 12 de enero de 2012

Los múltiples costos de la inseguridad en México


Publicado en Plaza de Armas el 24 de Octubre de 2011

Con el fin de poder dimensionar la magnitud del problema de inseguridad que vive el país, se han hecho diversos esfuerzos de medición, tanto de instancias oficiales como de instituciones privadas, nacionales e internacionales, algunas focalizadas en una región o en un tipo de delito, otras enfocadas a tener un panorama lo más amplio posible de las actividades delictivas en el país.

Estas cifras pueden tener diversas imprecisiones, tanto por la identificación misma de los delitos (de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2011 que genera el INEGI, los ciudadanos denunciamos sólo el 12.3% de los delitos del fuero común), como por la precisión y oportunidad de la información que generan las procuradurías sobre los delitos del fuero común y del fuero federal. A pesar de estas limitaciones, los datos de las distintas fuentes reflejan un panorama muy similar: una gran heterogeneidad de frecuencia de actos delictivos en el país, por lo que tenemos zonas con niveles muy bajos para los estándares internacionales, así como otras zonas (principalmente Estados del Norte y de la costa del Pacífico) que tienen de las tasas más altas en el mundo. Por ejemplo, en un estudio desarrollado por la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen), basado en cifras oficiales, el 41% de los homicidios en el 2010 se concentró en 4 Estados que conforman sólo el 11% de la población. Además, dentro de estos 4 Estados (Chihuahua, Sinaloa, Guerrero y Baja California), existen zonas con tasas más altas de concentración aún, como el hecho de que en Ciudad Juárez se hayan cometido dos terceras partes de los asesinatos de Chihuahua o que en Tijuana ocurrieron tres cuartas partes de los asesinatos de Baja California. Esto hace que mientras algunas autoridades puedan “presumir” una tasa de homicidios en el país en un rango medio para estándares internacionales, tengamos situaciones en algunos Estados y Municipios que nos alarman como población, no sólo de esos entornos, sino en todo el país.

Más allá de la dificultad para medir con precisión los niveles delictivos, tenemos las realidades económicas negativas que la realidad y la percepción de inseguridad han generado en el país, tanto a nivel empresarial como en los hogares. Analicemos estos datos desde tres perspectivas: la primera es la de los dólares ingresados por viajeros internacionales, como lo contabiliza el Banco de México; de acuerdo a esta cuenta, este año se han recibido 305 millones de dólares menos de Enero a Agosto comparado con el mismo periodo del año anterior, principalmente por una caída de los dólares ingresados por turistas, pero también por una caída de los dólares que ingresan los que visitan el país por crucero y de los viajeros fronterizos que no pernoctan en el país. El único concepto que ha tenido una pequeña mejora es el de los viajeros fronterizos que sí pernoctan. Evidentemente, entra la discusión de si la caída de ingresos es por la inseguridad o por los problemas económicos mundiales, pero cuando vemos que el turismo en el mundo estaba creciendo en el primer semestre a tasas cercanas al 5%, sólo hay 2 explicaciones: o es la inseguridad, o es una incapacidad estructural de promover el turismo en el país. Ninguna de las 2 da consuelo.

La segunda perspectiva es la empresarial en general. De acuerdo a un estudio de la American Chamber of Commerce realizado en más de 500 empresas a nivel nacional, a finales del año pasado y principios de éste, un 8% contestó que ha considerado trasladar sus operaciones a otro país debido al entorno de inseguridad; de igual forma, 27% ha reconsiderado su inversión en México (mismo porcentaje que el año pasado). En un estudio más amplio, de 1,100 empresas, Banco de México realizó un estudio en Diciembre del año pasado donde identificó que 68% de las empresas en el norte del país han sido afectados por la inseguridad; la tasa más baja fue en el sur, pero aún ahí, la tasa de afectación es de cerca del 50%. Estas afectaciones se refieren a robo de mercancías, pérdida de negocios futuros o inversiones, disminución de ventas, inseguridad del personal e incremento del gasto en seguridad entre otros. Aunque existen diversas estimaciones del costo provocado por la inseguridad en las empresas (que van del 1% al 15% del PIB), con estos datos por lo menos es clara la amplitud en la que los negocios se ven afectados.

La tercera perspectiva es la de los hogares. En la misma encuesta de INEGI citada al inicio de esta columna, se identificaron 2 datos muy preocupantes: el primero es que 36% de los hogares han tenido alguna víctima de delito del fuero común en el año pasado; es decir, 10.6 millones de hogares en el país cuentan con algún hecho delictivo cometido a alguno de sus miembros. La otra cifra es que como consecuencia de esta percepción de inseguridad, 10 millones de hogares han hecho alguna adaptación como medida de seguridad. Estos 2 datos, tanto el daño patrimonial por los delitos de que fueron objeto como el gasto en medidas preventivas, representan un total de 211 mil millones de pesos. Es decir, en promedio, ¡uno de cada 3 hogares del país tuvo un impacto negativo por $21,000 pesos por temas de seguridad en el 2010!

Por todo esto vemos que además del alto costo social que tiene el tema de inseguridad, a pesar de lo focalizado que pudiera estar estadísticamente en algunos de sus rubros, tiene también un alto costo económico que hace más complejo el entorno empresarial y familiar. Por supuesto, habrá quien diga que en vez de ver el vaso medio vacío habría que verlo medio lleno, y que esto representa una gran oportunidad de negocios como se ha visto con el crecimiento de las empresas dedicadas a temas de seguridad; pero si lo vemos en un contexto más amplio, los beneficios que esa oportunidad muy focalizada puedan tener palidecen ante los costos involucrados.

Esperar y ver-Nueva revisión a la situación mundial


El título de esta columna se refiere a una expresión en inglés (wait-and-see) que parece definir la posición que algunos directivos empresariales en Estados Unidos están tomando ante las perspectivas económicas de fin de año. Y es que aunque el último trimestre estuvo lleno de volatilidad y nerviosismo, hay algunas señales positivas dentro del mar de noticias negativas que hacen que los directivos no acaben de tener un escenario muy claro para planear el siguiente año.

De acuerdo al indicador MSCI, que muestra un panorama de la actividad bursátil en 70 países tanto de economías desarrolladas como emergentes y en transición, las bolsas de estos países han tenido una caída de 9.4% en lo que va del año si se mide en dólares, lo que muestra la actitud de inversionistas que han buscado destinos más “seguros” para sus capitales. Pero más allá de conocer esta cifra que muestra el acumulado de 9 meses y medio, lo interesante es evaluar el comportamiento que ha tenido en el año. Podemos dividirlo en cuatro periodos que muestran muy bien lo que hemos vivido desde que arrancó el 2011: comenzamos con el periodo de optimismo de Enero a Abril, donde se veían bajas probabilidades de una doble recesión y preocupaban mas bien los riesgos potenciales de inflación por la recuperación económica así como por el aumento de algunas materias primas y alimentos y, aunque las deudas de varios países seguían siendo un riesgo latente, el horizonte de problemas potenciales se ubicaba entre el 2012 y el 2013. Y por supuesto, no olvidemos el terremoto y tsunami de Japón que puso alertas sobre su impacto en el frágil estado de recuperación económica mundial.

El segundo periodo fue de Mayo a Julio, donde a pesar de las buenas noticias de diversos corporativos que tenían crecimientos superiores a las expectativas, la economía de las principales economías mostró que seguía en crecimiento pero a menores tasas que las del año pasado; además, las tasas de desempleo mostraban una inquietante permanencia y se acentuaron las inquietudes sobre la capacidad de pago de algunas deudas europeas; hubo nuevos apoyos económicos a dichos países, pero no lograron crear un clima de completa confianza. Esto provocó que en estos 3 meses, las bolsas del mundo bajaran 6%, con lo que llegaron a un nivel muy similar al que arrancó el año.

El tercer periodo fue Agosto y Septiembre, con todo el mar de noticias negativas que recibimos entre rebajas de calificación a las deudas de los países que tenían problemas, más la inquietud sobre la situación de otros países como la deuda de largo plazo de Estados Unidos y la deuda de Francia, Italia y Japón. Además, los crecimientos económicos de varias economías del segundo trimestre, reportados en este periodo, mostraban un crecimiento casi nulo en Alemania, Francia y el Reino Unido, con una caída de la economía japonesa. Esto provocó la caída en las bolsas de casi 17% en sólo 2 meses, y el incremento de las probabilidades de una doble recesión próxima en la economía de Estados Unidos, que pasó de un orden del 15% a uno del 35% y hasta el 50% en muy pocas semanas (a pesar de que la economía de ese país creció más en el segundo trimestre que lo que creció en el primero).

A lo largo de estos 3 periodos, la presión social por la falta de empleo se ha venido manifestando de diversas formas, desde Túnez y todas las revoluciones de África del Norte, hasta las recientes marchas de este fin de semana en cerca de 950 ciudades en 82 países, tanto de economías desarrolladas como economías emergentes.

Y es así como llegamos al brevísimo cuarto periodo, de 2 semanas de Octubre, donde las reacciones de las autoridades europeas y norteamericanas parecen estar calmando al público inversionista y esto se refleja con aumentos en las bolsas del mundo de 7%. Hay noticias positivas como el hecho que la bolsa de Nueva York llegara a los niveles en los que comenzó el año, la actividad manufacturera en Estados Unidos, Reino Unido y China creció en Septiembre, se sigue generando empleo en E.U. aunque apenas suficiente para el crecimiento poblacional, y las ventas al por menor crecieron también en ese país con perspectivas de que las ventas de fin de año sean mejores que las del año pasado. Pero así como están estas noticias, vemos que la actividad manufacturera en otros motores económicos se está desacelerando o inclusive contrayendo, como en Alemania, Francia y Brasil; la Directora del Fondo Monetario Internacional alertó sobre el contagio de la evolución negativa de las economías desarrolladas en las economías en desarrollo; por último, un estudio entre los Directores de las principales empresas en Estados Unidos ajustaron sus expectativas de inversión y generación de empleo (la mayoría las mantendrá igual por los próximos 6 meses, de ahí el “esperar y ver”)

Este es el complejo entorno internacional ante al que hay que planear el próximo año. Para México tenemos además los ingredientes de ser un año electoral y la presión social y de negocios que genera el tema de inseguridad. El escenario de la doble recesión en los próximos meses sigue sin ser el más probable para prácticamente ningún analista, pero el aumento de probabilidades hace que este sea uno de los escenarios a considerar. Lo que sí parece tener certidumbre para todo el 2012 es que ante la lenta recuperación que ha tenido el empleo, seguiremos con la presencia de un mercado interno aún deprimido.

Esto obliga a las empresas a ser más analíticas sobre sus mercados. Dentro de todos estos grandes números y promedios siempre hay nichos con mejores dinámicas de crecimiento, ya sea desde el enfoque de geografías nacionales e internacionales, o desde el enfoque de grupos económicos y sociales específicos. La tarea será ubicarlos para atenderlos con las estrategias correctas, ya que “tirarle a todo” sólo llevará, en el mejor de los casos, a estos ritmos generales de lento crecimiento.

Rezagos (y aciertos) del sector de tecnologías en el país


Publicado en Plaza de Armas el 10 de Octubre de 2011

En Agosto, Marc Andreessen, cofundador de Netscape (una de las primeras compañías que desarrollaron navegadores para internet), así como cofundador de una firma de capital de riesgo y miembro del consejo de Hewlett-Packard, publicó un ensayo en el Wall Street Journal que tituló “Por qué el software se está comiendo al mundo”. En éste, plantea su teoría en la que establece que estamos “…a la mitad de un amplio y dramático cambio tecnológico y económico en el que las compañías de software están destinadas a asumir el control de grandes tramos de la economía.”

Esta hipótesis la basa en tendencias y ejemplos de distintas industrias. Menciona que el mayor vendedor de libros en el mundo es una empresa de software; el mayor servicio de entrega de videos por número de suscriptores es otra empresa de software; otros proveedores tradicionales de entretenimiento están desarrollando iniciativas para deshacerse del cable físico y conectarse con teléfonos inteligentes y tabletas; las compañías de música dominantes son también compañías de software; las empresas de entretenimiento que más rápido están creciendo son productores de videojuegos, y la lista sigue en otras industrias como la producción de películas, la fotografía, las plataformas de mercadotecnia directa, las telecomunicaciones y el reclutamiento de personal entre otras; en todas estas áreas, las empresas que más rápido están creciendo o que son las más grandes en ventas son todas empresas de software. De igual forma, otras industrias han visto modificadas de forma importante sus cadenas de valor a través de la integración de software, como son la industria automotriz, el comercio al por menor, la mensajería, los servicios financieros, la exploración de petróleo, etc. Andreessen considera que el cuidado de la salud y la educación son los próximos sectores que tendrán una fuerte transformación basada en el uso e integración de software.

Todo esto ocurre ahora debido al abaratamiento de tecnologías y a la mayor penetración de éstas en la población, lo que facilita el arranque de empresas tecnológicas al requerir menor inversión y ofrece mercados más amplios para la oferta de servicios en línea.

Este basto análisis generado por una de las personas que han liderado esta transformación en el mundo debe ser tomado en cuenta sin duda para alinear políticas de fomento a esta industria así como para trabajar en la integración del gobierno y los sectores productivos y educativos que permita desarrollar las capacidades que la industria de las tecnologías de la información requerirán en el corto, mediano y largo plazo. El crecimiento en esta industria ayudaría al crecimiento de la economía en diversas regiones del país o a nivel nacional, lo que es importante en los actuales tiempos de incertidumbre y ante las perspectivas de que el crecimiento lento seguirá por muchos años; aunque posiblemente no ayude en aliviar los niveles de desempleo ya que son industrias no tan intensivas en mano de obra como otras de la economías más tradicional.

Al respecto, México ha tenido algunos avances, lentos, en este sector. De acuerdo a la OCDE, México es el cuarto país de los 34 con mayor ritmo de crecimiento de suscripciones de banda ancha en el periodo 2000-2009, aunque en el número de suscriptores por tamaño de población seguimos en el último lugar (es decir, la penetración es la más baja). De acuerdo al Foro Económico Mundial, México ha mejorado tanto su calificación como su posición en el pilar de “Preparación Tecnológica”, al pasar de 3.25 a 3.75 en una escala de 7 y del lugar 71 al 63. Sé que no tiene un ritmo espectacular ni una posición privilegiada, pero de los 12 pilares que el Foro evalúa, sólo éste y el de Innovación han tenido un ritmo constante de mejora. La tecnología nueva que entra por inversión extranjera directa es el tema que más ha mejorado en el país, lo que nos ubica en el lugar 24 de 142 países evaluados.

Estos cambios son resultados de esfuerzos aislados; pero si se tuviera una estrategia nacional de desarrollo del sector, los resultados podrían ser más rápidos y de más impacto. Con esta intención se anunció el pasado mes de Abril la Agenda Digital Nacional (ADN), un esfuerzo de las empresas del sector de las tecnologías de información y comunicación (TIC), con la aportación de firmas consultoras, el poder legislativo, la academia y sectores de la sociedad civil. En esta agenda se plantearon 112 acciones en 6 líneas de trabajo que ayudarían al desarrollo de una sociedad del conocimiento. Un gran esfuerzo que aún no da frutos. Una de las conclusiones era que “…se requiere un liderazgo transversal con reporte directo al Presidente de la República que coordine la formalización y promoción de una ADN y vigile su ejecución…”. Pues esto no ha ocurrido aún. En Septiembre, dentro de los eventos de la Convención Nacional Anual de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de Información (CANIETI), todos los participantes de la industria y gobierno coinciden en que es necesario iniciar con acciones que incrementen el aprovechamiento de las TIC y se reconoció la necesidad de trabajar “hombro con hombro” gobierno e industria; pero todo sigue quedando en el discurso. Es más, ¡la página de internet de esta agenda dada a conocer hace 5 meses cuando se publicó la ADN está completamente en blanco!

En resumen, esta “nueva economía” se desarrolla más rápidamente en el mundo que en México. Será importante conectarse a esa tendencia lo antes posible, por estrategia competitiva y por tener líneas de crecimiento acelerado en la economía, especialmente interesante ante el entorno actual; mientras tanto, el mundo es ya un mercado accesible para varias iniciativas que representan interesantes oportunidades de negocio, como algunos emprendedores mexicanos ya lo han hecho. El tener una estrategia nacional servirá para que esas oportunidades sean más y se desarrollen por sistema, no por eventos aislados.

México mejora en competitividad (nuevamente)


Publicado en Plaza de Armas el 12 de Septiembre de 2011

Hace 3 meses comenté en esta columna los resultados del estudio de competitividad global que genera el IMD, escuela de negocios de Suiza que es una de las mejor calificadas a nivel mundial, en el que México había logrado una mejora de 9 posiciones en el último año al ocupar el lugar 38 de un total de 59 países. El IMD define competitividad como “la forma en que las naciones y los negocios manejan la totalidad de sus competencias con el fin de lograr una mayor prosperidad”, por lo que evalúa más de 150 variables que incluyen aspectos duros y suaves (producción, inversión, finanzas, legislación, capital humano, etc.) que en su conjunto deberían crear esa prosperidad sostenida en el tiempo. Sin duda, es positivo tener un avance en esa escala (aunque se siga estando debajo de media tabla); pero también comenté que era necesario ver otras evaluaciones internacionales de competitividad para ver si se confirmaba la tendencia y de esa forma analizar las implicaciones de estos resultados.

La semana pasada, el Foro Económico Mundial (FEM) publicó los resultados de su Reporte Global de Competitividad 2011-2012, uno de los estudios de más renombre y difusión en este tema a nivel mundial por su cobertura geográfica (incluyó a 142 países en este año) y también por la amplitud de sus evaluaciones, ya que también hace una medición de más de 110 variables, algunas cualitativas, otras cuantitativas, de aspectos duros y suaves. El FEM define competitividad como “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país”, y esa productividad establece el nivel de prosperidad que puede ser obtenida por un país. Por lo tanto, vemos una definición muy alineada a la del IMD.

Hecha toda esta presentación, veamos los resultados: México subió 8 lugares al pasar del 66 al 58; es decir, tenemos una confirmación de la tendencia identificada por el IMD. Otra vez, sin duda son buenas noticias, pero pongámoslas en contexto: en los últimos 3 años habíamos perdido 14 posiciones, por lo que esta recuperación nos señala que hay todavía un trecho que recorrer para ocupar las posiciones que se tenían hace 4 y 5 años. Veamos de forma general las categorías consideradas en el estudio para identificar las fortalezas y debilidades (sólo agrego como nota cultural que el año pasado, cuando México había perdido 6 lugares, las autoridades cuestionaban la metodología de este reporte; pero este año, cuando los resultados son positivos, el mensaje es que el reporte es una buena guía para saber en qué temas debe seguir trabajando el país).

El reporte plantea que una economía va evolucionando en distintos grados de madurez y sofisticación. El primer nivel es aquel en que una economía compite con base en sus recursos naturales: vasta mano de obra, aunque no sea calificada, y recursos naturales. El segundo nivel es aquel en que la economía ya no puede competir sólo por mano de obra barata, ya que los ingresos y competencias han ido subiendo y eso hace que suban algunos costos; por lo tanto, la actividad económica debe centrarse en lograr eficiencias productivas; el tercer nivel es aquel en que la economía sólo podrá mantenerse competitiva si desarrolla aspectos de innovación y mayor sofisticación de negocios en el sentido de tener  cadenas productivas más fuertes y amplias.

Para cada nivel define distintos atributos que harán que una economía sea competente en función de su nivel de desarrollo: por ejemplo, para el primer nivel que llama “requerimientos básicos”, evalúa la fortaleza y efectividad de las instituciones, la infraestructura presente, la estabilidad macroeconómica y la salud y educación básica, elementos importantes cuando compites por recursos naturales. Para el segundo nivel, que llama “potenciadores de eficiencia”, evalúa aspectos la educación superior y la capacitación, la eficiencia de los mercados de bienes y laboral, el desarrollo del mercado financiero, la preparación tecnológica y el tamaño de mercado (por aquello de las economías de escala). Para el tercer nivel, llamado “factores de innovación y sofisticación”, evalúa aspectos de las cadenas productivas como la cantidad y calidad de proveedores locales, la sofisticación de los procesos productivos, el alcance de las acciones de marketing, la investigación y el desarrollo, la vinculación industria-universidades, las patentes, etc.

México, de acuerdo a sus calificaciones, se ha estado moviendo entre el segundo nivel de desarrollo (eficiencias productivas) y un estado transitorio hacia el nivel de innovación.  Esto se debe a que la categoría en la que mejoró más este año fue en la de factores de innovación y sofisticación, seguido por la de potenciadores de eficiencia y un muy ligero retroceso en la de requerimientos básicos, tema en el que se ha empeorado o avanzado más lento que el resto del mundo.  Aspectos como el bajo nivel de confianza en los políticos, los costos que tienen los negocios por la violencia y el crimen organizado, la baja confianza en los servicios policiacos, la baja calidad de la educación primaria y en ciencias y matemáticas, una presencia fuerte de pocos corporativos así como políticas anti-monopolio poco efectivas, los altos costos asociados a la contratación y al despido y la baja participación de la mujer en la fuerza laboral (todos estos temas en los que estamos de los lugares 120 para abajo de un total de 142 países), son los temas que nos restan competitividad y que hacen que los avances que se hayan tenido en innovación, preparación tecnológica, educación superior y capacitación (temas en los que a pesar de las mejoras seguimos entre los lugares 63 a 72)  se pierdan y tengan poco impacto.

Si hiciéramos una analogía con el desarrollo humano, México sería un adolescente donde vemos que comienza a tener algunas ideas y pensamientos adultos, pero atrapado en un cuerpo de niño, donde sus restricciones de tamaño y fuerza no lo dejan avanzar a conseguir cosas que los adultos sí pueden hacer. Esas restricciones se conocen, pero seguimos sin destrabar las voluntades políticas y sociales que permitirían modificarlas. Eso nos condena a permanecer como adolescentes por muchos años más.

Competitividad de los Municipios en materia de vivienda


Publicado en Plaza de Armas el 5 de Septiembre de 2011

Todos sabemos la importancia que tiene en la vida de una persona la adquisición de una vivienda, tanto por la parte de seguridad que da a un plan de vida, como por la posibilidad de independencia y la construcción de un patrimonio.

Pero también sabemos que en muchas ocasiones, por diversas condiciones sociales, de infraestructura y de planeación, existen zonas que van sufriendo una degradación importante en términos de calidad de vida y de valor patrimonial. Grandes unidades habitacionales con muchas viviendas pequeñas en un espacio reducido, con muy pocas áreas verdes y cero opciones de esparcimiento, que a lo mejor cuando son habitadas inicialmente no reflejan la gravedad de estas limitaciones ya que son ocupadas por jóvenes que están formando un patrimonio inicial y parejas recién casadas; pero con el paso del tiempo llegan los hijos, y donde antes vivían 1 ó 2 ahora viven 4 o más, con lo que se duplica o triplica la población de la misma unidad. Después, los hijos van creciendo, llegan a la adolescencia y ante la falta de infraestructura para tener actividades recreativas o de esparcimiento, junto con varias realidades sociales complejas, hace que en algunos casos se conformen pandillas que inciden negativamente en la seguridad del entorno. Y junto con toda esta historia, las dificultades económicas así como la falta de cultura de mantenimiento va haciendo que se deterioren las condiciones físicas del lugar, con lo que se da el fenómeno de la “ventana rota” (teoría social que establece que ante un entorno con señales de descuido o destrucción que no sean reparadas, da pie al escalamiento de esos descuidos), y eso provoca condiciones de inseguridad, pérdida de calidad de vida, hacinamiento, etc. En general, condiciones poco favorables de desarrollo social y la destrucción del valor patrimonial (aunque creo que no somos tan ajenos a estos fenómenos que podemos constatar en diversas ciudades, un ejemplo se ve en la película brasileña “Ciudad de Dios”).

Para contrarrestar estos fenómenos de alto impacto negativo social y económico, diversos organismos nacionales en México se han dado a la tarea de cuidar que los desarrollos habitacionales tengan condiciones iniciales que rompan con estos ciclos y mecanismos para fomentar el mantenimiento de las viviendas. Hace varios años participé en el ejercicio de planeación de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), en el que este tema fue parte de las líneas estratégicas del organismo; de igual forma, Infonavit ha estado fomentando el desarrollo de vivienda verde y otros aspectos que permitan cuidar el entorno físico de las viviendas.

Es en este contexto en el que el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) desarrolló, con la asesoría de SHF, Infonavit, CONAVI y muchos otros organismos del sector público y privado relacionados con la vivienda y planeación urbana, el primer Índice de Competitividad Municipal en materia de Vivienda (INCOMUV). El objetivo de este índice es reflejar la capacidad que tiene un municipio para aumentar el valor de las inversiones en vivienda en el largo plazo. Esta capacidad depende de los atributos mismos de la vivienda así como de su entorno y del contexto urbano en su totalidad, por lo que el IMCO desarrolló el índice a través de 78 indicadores que se agrupan en 3 pilares que abarcan temas de normatividad para el desarrollo urbano y de la vivienda, movilidad y transporte y ciudades verdes.

El análisis abarcó 402 municipios que conforman 115 ciudades o zonas urbanas, que en conjunto concentran el 66% de la población, el 92% de la producción nacional y el 80% de la demanda de vivienda. El INCOMUV se dividió en 6 categorías de competitividad: alta, adecuada, media alta, media baja, baja y muy baja. Sólo 7 municipios (entre ellos Querétaro) lograron la categoría de alta; el grueso de los municipios (69%) quedó en las categorías de media baja y media alta. Los municipios mejor evaluados tienen calificaciones 50% mejores a los municipios peor evaluados; pero aún así, ¡estos municipios (los mejor evaluados) tuvieron calificaciones inferiores a los 55 puntos en una escala de 0 a 100! Puesto en otras palabras, si esto fuera un salón de clases, nadie habría aprobado y el examen, y el grupo de sobresalientes estaría conformado por los “menos reprobados”. Esto refleja, sin duda, un frente más a nivel nacional en el que tenemos brechas muy importantes a llenar, por el impacto social y económico que, como dije al inicio, tiene el tema de la vivienda.

Del Estado se evaluaron 5 municipios: Querétaro, San Juan del Río, Huimilpan, Corregidora y El Marqués. Estos conforman el 73% de la población y cerca del 90% de la economía estatal. Los resultados fueron los siguientes:



Municipio
Resultado general
Pilar I. Normatividad y características de la vivienda
Pilar II.
Contexto de la vivienda dentro de la ciudad
Pilar III.
Contexto de la ciudad dentro del país
Querétaro
Alta
Adecuada
Alta
Adecuada
Corregidora
Adecuada
Media alta
Adecuada
Adecuada
Huimilpan
Adecuada
Media alta
Media alta
Adecuada
San Juan del Río
Media alta
Baja
Alta
Media baja
El Marqués
Media baja
Muy baja
Media alta
Adecuada

Elaborado por Inteligencia de Negocios Atalaya con datos del INCOMUV

Vemos que el Pilar I es el que tiene en general las calificaciones más bajas. Este pilar considera los aspectos de normatividad para la construcción de vivienda, acceso a servicios básicos en la vivienda, capacidad futura para ofrecer a la vivienda los servicios básicos, vivienda ambiental y socialmente sustentable y preservación del valor patrimonial de la vivienda. Sin duda, este Índice sirve para enfocar los temas a trabajar en el Estado, y aunque 3 de los 5 municipios evaluados están en el grupo de los sobresalientes, no olvidemos que están ahí por estar sólo menos reprobados que el resto.