lunes, 27 de junio de 2011

Actualización de perspectivas de crecimiento 2011 para México y el Mundo

Publicado en Plaza de Armas el 27 de Junio de 2011.

EL "NUEVO NORMAL"

Durante la semana pasada escuchamos diversas noticias sobre la reducción de perspectivas de crecimiento económico en distintos países. Por una parte el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su revisión trimestral de perspectivas económicas, redujo en una décima de punto porcentual el pronóstico de crecimiento mundial para el 2011 al pasar de 4.4%, que era el estimado de Enero y Abril, a 4.3%.

Sin lugar a dudas, escuchar la palabra desaceleración crea nerviosismo y uno siempre quisiera pensar que cuando se habla de pronósticos estos deberían ir en aumento; pero pongamos este ajuste en una perspectiva mayor de tiempo: el pronóstico actual de 4.3% es aún mayor que el que se tenía en Octubre del 2010 (cuando se pensaba que la economía mundial crecería 4.2% en el 2011); no pretendo dar este dato a manera de consuelo, sino para identificar simplemente que el nuevo pronóstico no está en algún rango bajo inédito, lo que sí sería una señal muy preocupante. ¿Qué tan bueno es un crecimiento del 4.3%? Es superior al crecimiento promedio de la primer década de este siglo (3.6%), pero menor a los picos alcanzados en el periodo 2004-2007, donde el mundo crecía a un ritmo entre el 4.5% y el 5.2%.

El ajuste a la baja no es algo a ignorarse, pero tampoco debe tomarse aún como un aviso de cambio de tendencias globales en la economía. Los diversos riesgos internacionales de los últimos meses siguen vigentes y tienen el potencial de impactar negativamente a nivel global; pero se está todavía dentro de un margen de operación y ajustes para contenerlas. “El mensaje clave es que estamos entrando a una nueva fase de la crisis, que llamaría la fase política de la crisis, y el tiempo ahora es esencial para tomar las decisiones políticas que son necesarias para evitar problemas más adelante”, declaró hace 10 días el Director de mercados monetarios y de capitales del FMI.

Desde otra perspectiva, el ajuste refleja tiempos aún complicados para las economías en desarrollo (pasó su pronóstico de crecimiento para el 2011 de 2.4% a 2.2%), mientras que para las economías en desarrollo el ajuste fue mas bien a la alza (pasó de 6.5% a 6.6%). En este mismo sentido, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos bajó también sus expectativas de crecimiento para el 2011 y el 2012.


Pronósticos actuales

2011
2012
Fed
2.9%
3.7%
FMI
2.5%
2.7%

La lenta recuperación del empleo, la crisis hipotecaria, la inflación y uno más coyuntural que fue el tsunami de Japón son las causas de este ajuste. En una declaración muy poco esperanzadora, pero sin duda muy realista, el Presidente de la Fed declaró “Proyectamos que el desempleo se reducirá muy dolorosamente despacio”.

En consistencia con estas perspectivas, la economía de los países que usan el Euro está en su ritmo más bajo de los últimos 20 meses; sigue creciendo, pero más lentamente. Los economistas aún estiman que es muy pronto para saber si esta desaceleración es temporal o si marcará nuevas bajas para lo que resta del año; por lo pronto, la lenta recuperación del empleo en Europa así como la incertidumbre provocada por los programas de austeridad implantados por los países que tienen problemas fiscales han provocado que la confianza del consumidor europeo cayera nuevamente después de haber tenido una ligera recuperación.

En el caso de México, la más reciente proyección del FMI para el 2011 fue positiva:

Proyecciones del FMI

2011
2012
Oct. 2010
3.9%
--
Ene. 2011
4.2%
4.8%
Abr. 2011
4.6%
4.0%
Jun. 2011
4.7%
4.0%

El Banco de México también aumentó en Mayo su pronóstico de crecimiento a uno entre 4% y 5% y la OCDE la aumentó en el mismo mes su pronóstico a 4.4%. ¿Qué tan sostenible es un crecimiento para el país cuando su principal socio comercial está teniendo perspectivas contrarias? Seguramente no mucho y eso es uno de los factores por los que el pronóstico para el 2012 no pinta tan bien y se ajustó a la baja hace 3 meses. Esto, junto con el hecho de que la desocupación lleva 2 meses de aumento y sigue a niveles muy altos respecto a los previos a la crisis, la demanda del mercado interno sigue también sin recuperarse a los niveles de hace 3 años y la confianza del consumidor ha caído a su nivel más bajo en este año (pero está aún por arriba del primer semestre del 2010), nos deja ver un futuro lleno de muchos riesgos.

Estas variables negativas mundiales (como el desempleo), por lo extendido de su duración, parecen estar en un nuevo estado de “normalidad”. En Noviembre pasado, el presidente de Estados Unidos declaró “Lo que es un riesgo es que nos atoremos en un ‘Nuevo Normal’, donde las tasas de desempleo permanezcan altas, la gente que tiene empleo vea aumentar sus ingresos, los negocios tengan grandes utilidades. Pero ellos han aprendido a hacer más con menos, así que no contratan”. Todo parece indicar que ya estamos plantados en ese ‘nuevo normal’; la buena noticia es que siguen los crecimientos, la mala es que los diversos riesgos parecen afectar ya la velocidad y sostenimiento de ese crecimiento. La próxima semana continuaré el análisis de las oportunidades y amenazas ligadas a esta nueva normalidad.

Flujo de inversiones en el país y en Querétaro

Publicado en Plaza de Armas,  20 de Junio de 2011.

La inversión extranjera directa (IED), es decir, el dinero que llega de otros países para el establecimiento o expansión de empresas, es un indicador de la confianza y oportunidades que refleja un país en términos de mercados potenciales, eficiencias operativas, ventajas competitivas, etc. En este sentido, los capitales mundiales se irán a los países que presenten más oportunidades, seguridad y potencial de crecimiento.

Si dividimos al mundo en 3 grandes grupos definidos como economías desarrolladas (Estados Unidos, Europa occidental y Japón principalmente), economías en desarrollo (Latinoamérica, África y prácticamente toda Asia) y economías en transición (Europa Oriental, ex repúblicas soviéticas y los países de la Commonwealth), siempre era el grupo de las economías desarrolladas el que recibía la mayor parte de la IED en el mundo; sin embargo, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), en su reporte trimestral de Enero “Monitor de Tendencias de Inversiones Globales”, identificó que 2010 fue el primer año en que las economías en desarrollo y en transición recibieron  más del 50% de la IED, lo que refleja la mayor participación de estas economías en el marco mundial y diversas oportunidades de crecimiento apoyadas en estos flujos de dinero. Ante el contexto de las deudas gubernamentales y por lo mismo, el menor margen de maniobra que tienen dichos gobiernos, la UNCTAD identifica estos flujos de inversión como un componente importante en los países para tener un crecimiento sostenible.

México se encuentra en la competencia por atraer estas inversiones que generan empleo y desarrollo con impacto en el mediano y largo plazo. En el 2010, México recibió entre 17.7 y 18.7 miles de millones de dólares (estimados de la CEPAL y de Banco de México respectivamente), cifras que reflejan una mejoría respecto al 2009, pero sin alcanzar aún el pico del 2007. Este comportamiento es el mismo que ha tenido la IED a nivel mundial y muy parecido a la tendencia en Latinoamérica (con la única diferencia que en esta región el pico fue en el 2008).

México se mantiene como el segundo destino de inversiones en Latinoamérica, muy detrás de Brasil y ligeramente arriba de Chile, que es una economía 5 veces más pequeña que la de México; esto nos muestra que a pesar de ser un destino importante en términos de montos, este concepto no tiene aún la importancia relativa que tiene en otros países, lo que en teoría nos daría un gran margen de crecimiento aún.

Ahora, el reto de mantenerse como un destino atractivo depende de varios factores estructurales; sin embargo, enfoquemos el análisis sólo en el tema de seguridad. De acuerdo a un estudio de cobertura nacional desarrollado por la American Chamber of Commerce de México llamado “El impacto de la seguridad en México en el sector privado”, cuyos resultados publicó hace un par de meses, una de cada 2 empresas no han reconsiderado su inversión en México debido a este tema, mientras que el resto sí lo ha hecho o tienen dudas de hacerlo. Esto es ya innegablemente un punto de alarma, que posiblemente tenga ya una incidencia en lo que ha sido el comportamiento de la IED en el primer trimestre del año.

Mientras que comúnmente un componente fuerte de la IED recibida cada año son inversiones nuevas, en el primer trimestre del 2011 el componente principal fueron las reinversiones, con una proporción mucho mayor a la de los últimos 5 años. Esto parecería indicar que las empresas extranjeras presentes en México siguen viendo un clima propicio para reinvertir, pero que estamos fallando en atraer capitales nuevos, probablemente alejados por estos temas de seguridad. Una posición que refleja estas condiciones fue la descrita por la Directora General de General Electric en México el pasado mes de Mayo, donde estableció que si bien la inseguridad es un reto para el país, no es un factor para inhibir ni frenar las inversiones.

Más allá de percepciones o de declaraciones, los datos del Banco de México muestran que en el primer trimestre de este año recibimos 4.8 miles de millones de dólares, una cifra que nos pone en ruta para lograr el objetivo planteado por la Secretaría de Economía de cerrar el año con un monto entre 17 y 19 miles de millones de dólares, cifra igual o ligeramente superior a la del año pasado.

Si llevamos el análisis ahora a nivel del Estado de Querétaro, éste mantuvo un crecimiento de la IED durante el 2008 y 2009, pero tuvo un descenso en el 2010; a pesar de eso, la importancia de Querétaro dentro de la Federación aumentó y se convirtió en el 7º Estado con mayor IED. Esto es consecuencia de una mayor atracción relativa del Estado dentro del país y en el contexto latinoamericano, que inclusive se vio reflejado en un estudio desarrollado por la unidad de inteligencia del Financial Times que llamó “Ciudades del Futuro”, donde clasificó a la ciudad de Querétaro como la 7ª mejor ciudad de Latinoamérica en términos de potencial económico, recursos humanos, efectividad de costos, calidad de vida, infraestructura y facilidad para hacer negocios (atrás de Monterrey y Guadalajara dentro de México). Las inversiones siguen llegando en las áreas aeronáutica y de servicios, lo que traerá cambios importantes en la dinámica y perfil económico del Estado que deberán ser evaluados para identificar nuevas oportunidades y necesidades de la base empresarial, para atender los requerimientos de servicios y productos que tendrán estas empresas que serán parte de las que estén impulsando el crecimiento durante los próximos 5 a 10 años.

jueves, 16 de junio de 2011

¿Riqueza genera riqueza?-Hogares millonarios en México y el mundo

Publicado en Plaza de Armas el 13 de Junio de 2011.

Sabemos que estamos en tiempos de recuperación gradual, con comportamientos muy dispares por industrias, con ambientes de incertidumbre y nerviosismo por la existencia de algunas amenazas globales importantes, aunque también con resultados que hablan de casi 2 años de crecimiento económico.

Si aún dentro de este panorama le dijera que hay un sector que creció 14% a nivel mundial en el 2010 respecto al 2009 con lo que alcanzó un nuevo máximo histórico, que para el 2011 tiene estimado un crecimiento de 8% basado en un muy buen arranque del año que hizo que se agotaran los inventarios y que se colocaran fuertes pedidas para los inventarios de fin de año,  que se estima que para los próximos 3 años crecerá de un 15% a un 19%, ¿no le parecería un oasis dentro del mar de noticias que recibimos?

La buena noticia es que ese sector sí existe. La mala es que no es un sector masivo ni de fácil acceso. Se trata del sector de artículos de lujo, que cubre desde accesorios, artículos de piel, joyería y relojes, hasta autos y aviones.

Estos datos se derivan de un estudio elaborado por la empresa Bain & Company que fue referido por la revista Forbes a principios de Mayo de este año. De acuerdo a dicho estudio, las ventas mundiales de este sector fueron de $256.6 mil millones de dólares en el 2010. El mercado más grande a nivel mundial sigue siendo Estados Unidos, pero los mayores crecimientos vienen de mercados emergentes: Brasil, China, Rusia y el Medio Oriente. De acuerdo a este artículo, el estudio predice que el crecimiento en estos mercados emergentes será el foco de los fabricantes de artículos de lujo durante los próximos 2 a 3 años.

¿Pero qué hay detrás de estos crecimientos? Sin duda, cambios en los estilos de vida y un crecimiento interesante en el grupo de millonarios a nivel mundial. De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Servicios Financieros de Deloitte junto con Oxford Economics se evaluó  el crecimiento de hogares con riquezas de más de un millón de dólares en 25 países seleccionados por su tamaño, potencial de crecimiento e importancia estratégica, entre estos México.

Dentro de los hallazgos se identificó que en estos 25 países los hogares millonarios aumentaran de 38 millones en el 2011 a 65.5 millones en el 2020, lo que implica un aumento en la riqueza acumulada de estos hogares de 118% en el mismo periodo. En clara y lógica coincidencia con los resultados de Bain, Estados Unidos es y será durante la próxima década el principal centro global de riqueza; los de mayor crecimiento son los países emergentes, principalmente China, Brasil y Rusia. Por lo tanto, vemos que más allá de las perspectivas de crecimiento de los próximos 3 años planteados por el estudio de Bain, con estos datos se puede prospectar una década de crecimiento para los artículos de lujo. Por dar tan sólo un ejemplo, BMW anunció que el primer trimestre del 2011 fue el mejor de su historia gracias a un aumento del 256% de sus ganancias comparado con el mismo trimestre del 2010; ante estos resultados, piensan tener esta dinámica de crecimiento durante todo el año.

Ahora, ¿cómo se sitúa México en esta dinámica? De acuerdo al estudio de Deloitte, México es el lugar 23 de los 25 países evaluados en número de hogares millonarios en el 2011, pero pasará al lugar 19 en el 2020 al crecer de 170,000 a 615,000 hogares, un impresionante crecimiento del 260%. Así como mencioné el caso de BMW a nivel mundial, Audi anunció la semana pasada que ha tenido en México un crecimiento de casi 50% comparado con el 2010.

Más allá de un tema que pudiera entenderse frívolo, es importante entender el comportamiento de este sector por las implicaciones que tiene en el resto de la economía. El crecimiento de la riqueza se evalúa por capas para entender los efectos de unas sobre otras y así poder prever futuros niveles de bienestar. Sabemos que a nivel mundial, Latinoamérica es la región con mayor polarización de la riqueza, lo que representa importantes riesgos sociales; si esa riqueza generada se fuera a actividades productivas, generaría un efecto multiplicador. Esto lo podemos evaluar a través del análisis que hace Deloitte sobre cómo se distribuye la riqueza del 1% de hogares más ricos de cada país, en el sentido de a qué tipo de activos se canalizan ese dinero. Dentro de los países emergentes, México tiene un comportamiento radicalmente diferente al resto: tiene el porcentaje más bajo de asignación de esa riqueza a acciones locales y capital de negocios (inyecciones a empresas), y el porcentaje más alto a asignación de activos residenciales. Este comportamiento es muy parecido al de Italia y España dentro de las economías desarrolladas, pero muy diferente al de los grandes motores económicos como son Estados Unidos, Alemania, Japón y China. Este es un foco rojo, en el que hay que trabajar a través del fortalecimiento de la cultura empresarial, de mejorar las condiciones de productividad y competitividad y, por lo tanto, las de hacer negocios en el país. De lo contrario, esa riqueza generada contribuirá a una mayor polarización económica, con los riesgos que sabemos ello trae.

miércoles, 8 de junio de 2011

México mejora en una clasificación de competitividad mundial

Publicado en Plaza de Armas el 6 de Junio de 2011.

¿Una golondrina? o una primavera

En el día a día nos vemos expuestos a la discusión sobre diversos temas económicos y sociales del país en el que nos encontramos entre 2 posiciones contrapuestas y distantes: las versiones oficiales donde se mencionan logros, avances, máximos históricos, etc. y las versiones no oficiales que argumentan cifras alegres, retrasos significativos en dichas áreas, etc.

Normalmente la realidad es tan amplia y diversa que da pie a que ambas posiciones sean ciertas,  sin necesidad de inventar cifras o de falsearlas, sino simplemente con presentar los datos “convenientes”. Por ello es importante entender dichos datos dentro de un contexto amplio, con algún marco de referencia que permita entender su magnitud, ya sea en términos del tamaño de población o de la economía para los temas nacionales, o en términos de aumento o disminución de posiciones respecto a otros países para temas internacionales.

Por ejemplo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tiene un programa llamado PISA que evalúa cada 3 años a jóvenes de 15 años de sus 34 países miembros y de más de 30 países asociados con la finalidad de identificar el desarrollo de capacidades en las áreas de ciencias, matemáticas y lectura. Del 2003 al 2009, México ha mejorado sus calificaciones consistentemente en las 3 áreas, principalmente en lectura y en matemáticas; ésta es sin duda una buena noticia. Sin embargo, México se ha mantenido en todo el periodo como el país de la OCDE con peores resultados.

Situaciones similares ocurren con diversas evaluaciones globales, como la del Índice de una Vida Mejor desarrollada por la misma OCDE, donde en su documento oficial comienza la presentación de los resultados de México con el siguiente texto: “México ha hecho un tremendo progreso en la última década en términos de mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos, especialmente en las áreas de educación, salud y empleo. Sin embargo, México tiene una baja clasificación en un gran número de temas en relación a la mayoría de los países que participan en el Índice de una Vida Mejor”.

Y así como estos tenemos diversos ejemplos: el Índice de Globalización que desarrolla el Centro de Investigación para la Economía del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich (discutido en esta columna en Abril), donde a pesar de haber mejorado la calificación de globalización un 50% en casi 40 años perdimos 32 lugares; tenemos el Reporte de Competitividad desarrollado por el Foro Económico Mundial, donde en 4 años perdimos 14 lugares debido a un estancamiento en la calificación general; por último, el Índice de Prosperidad elaborado por Legatum (grupo mundial de inversión privada con 25 años de vida), donde en 3 años caímos 37 lugares.

Cuando se publican estos resultados, nuevamente caemos en los juegos que mencionaba al principio: unos lo usan como batería para atacar al gobierno actual, y los representantes del gobierno actual descalifican con mucha facilidad los resultados por las metodologías usadas. Sin embargo, una actitud mucho más productiva de ambas partes sería entender realmente el detalle de cada índice: todos nos muestran aspectos que mejoran y aspectos que caen; pero sin duda, el hecho de que sean tantos y tan diversos los indicadores que nos muestran tendencias negativas a lo largo del tiempo, que sin duda algo estamos haciendo mal dentro del contexto mundial. Más allá de los discursos, estos resultados deberían servir para definir acciones específicas en un plan de mejora.

Debido a todo este contexto negativo es que quiero resaltar los resultados publicados recientemente por el IMD (escuela de negocios de Suiza ubicada en el lugar 14 de la clasificación mundial del Financial Times en 2011), en su estudio de competitividad mundial, donde México había estado entre los lugares 46 a 50 en los últimos 4 años; pero en la clasificación del 2011 subió al lugar 38, una mejora de 9 lugares en un año.

Este estudio evalúa más de 330 variables divididas en 4 grandes categorías: desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia de los negocios e infraestructura. México tuvo mejoras en todas las categorías, pero principalmente fueron en el tema económico y el de negocios donde más mejoró.


Categoría
Lugar 2010
Lugar 2011
Desempeño económico
25
16
Eficiencia del gobierno
46
43
Eficiencia de los negocios
51
43
Infraestructura
50
49

Elaborado por Inteligencia de Negocios Atalaya con datos del Anuario de Competitividad Mundial 2011 del IMD

Entre los países a los que México superó hay economías con problemas económicos y financieros, como hemos visto en las últimas semanas (Grecia, Portugal e Italia), pero también están 2 de las economías emergentes a las que todo el mundo está volteando a ver (Brasil y Sudáfrica) y otras economías más pequeñas (Filipinas, Perú, Hungría, Lituania y Colombia).

Sé que una golondrina no hace primavera, y que será necesario ver en el tiempo los resultados de otras clasificaciones para identificar si verdaderamente estamos logrando un cambio en las tendencias. Con temas tan profundos por resolver como la eficiencia del mercado laboral, la seguridad, la calidad del empleo, la pobreza, etc., podría sonar como que ese cambio de tendencia está aún lejano. Pero el hecho de que el IMD evaluara que México presenta un mejor entorno que estos otros países para crear y sostener la competitividad de las empresas, creo que merece su espacio y evaluación.

¿Podría dejar de cumplir el pagador más confiable del mundo?

Publicado en Plaza de Armas el 30 de Mayo de 2011.

La semana pasada escribí en esta columna sobre la deuda de las 4 naciones de la Unión Europea que más inquietudes han generado en los mercados internacionales: Portugal, España, Irlanda y Grecia. Sin embargo, los altos niveles de deudas nacionales no están limitados a esos 4 países. Alemania, Italia, Francia e Inglaterra tienen también altos niveles de deuda, inclusive mayor que la de España, pero se mantienen como economías fuertes que no han mandado señales de alerta sobre su capacidad de pago.

Es cierto que su futuro puede verse afectado por el desempeño y logros de las primeras 4 economías mencionadas, ya que un incumplimiento de éstas los dejaría expuestos por las posiciones que tienen sus bancos como acreedores, principalmente Alemania; pero hasta ahora, el escenario más probable es que las economías con más problemas vayan cumpliendo con sus compromisos de pago, recorte de gastos y venta de activos. El principal riesgo de incumplimiento se ve en Grecia, pero aún así, se percibe el horizonte del 2013 al 2015 como el tiempo que llevará todo esta reestructuración de deudas nacionales. Los escenarios más negativos tienen por lo pronto menor probabilidad de ocurrencia.

Ahora, de este lado del océano, el tema reciente en los medios ha sido el de la deuda de Estados Unidos. En economía hay un concepto conocido como la tasa libre de riesgo, que se refiere a la existencia de una opción teórica de inversión que no representa ningún riesgo en su cumplimiento y que, al terminar el periodo de dicha inversión, se dispondrá del efectivo sin mayor problema. Para efectos prácticos, la tasa que se toma para este concepto es la de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, ya que se considera que si hay alguien que siempre cumplirá con sus compromisos financieros es Estados Unidos. Pues en estas semanas recientes, esa capacidad de pago es un tema que está en discusión en el Congreso de Estados Unidos por el hecho de que el límite de capacidad de endeudamiento del gobierno norteamericano se alcanzará próximamente. ¿Qué implica esto? La incapacidad de generar deuda en otros plazos que permita al gobierno de Estados Unidos cumplir con sus compromisos en el corto plazo. ¿Qué consecuencias tendría esto? Si hablamos que el marco de referencia de seguridad financiera en el mundo dice que no puede pagar, habría problemas fuerte de liquidez en el sistema financiero mundial y, puesto que hablamos del mayor motor económico del mundo, podríamos hablar de una nueva recesión económica mundial, inclusive más fuerte que la de hace 3 años.

Sin duda, hablamos de un escenario catastrófico. Ante esto, el único camino viable es una negociación en el Congreso que lleve a la autorización de ampliación del techo de deuda; no hay otra opción. Si esto no se autoriza a más tardar a inicios de Agosto, Estados Unidos podría entrar en sus primeros incumplimientos de pago. Así que nos enfrentamos a un periodo de dos meses de negociaciones entre Demócratas y Republicanos, que llevará su componente económico, pero obviamente también el político.

El Partido Republicano estará condicionando su autorización de ampliación del límite de deuda a una serie de compromisos del actual gobierno para reducir gastos; se habla de un paquete de reducción de gastos por $6 billones de dólares en los próximos 10 años y la privatización del sistema de seguridad de salud pública (Medicare).

Podríamos pensar que tanto en el caso de Europa como en el de Estados Unidos, estas reestructuraciones serían una forma de “patear el balón” para más adelante; es decir, resuelvo un problema actual de deuda generando más deuda a otros plazos. Sin embargo, estas reestructuraciones también han creado nueva conciencia y compromisos para tener políticas fiscales más responsables y balanceadas.

Por supuesto que sigue latente la posibilidad de que el incumplimiento de algún país pueda traer efectos “contagio” y consecuencias en cadena en el sistema financiero mundial; aunque éste se sigue viendo como el escenario menos probable por el momento, éste dependerá del compromiso, responsabilidad y capacidad de acción de los distintos países. Por otra parte, las nuevas disposiciones sobre la reducción del gasto público podrían traer efectos negativos en el ritmo de crecimiento de la economía mundial para el mediano plazo, aunque  para el corto plazo las perspectivas de crecimiento se siguen viendo positivas en general, más empujadas por las economías emergentes que por las de los países desarrollados. Por último, los efectos de los niveles de deuda alcanzados y sus reestructuraciones son una reducción en el margen de maniobra de los gobiernos para estimular ritmos lentos de crecimiento económico, por lo que si hubiera nuevas desaceleraciones, podríamos esperar ritmos mucho más lentos de recuperación.

En resumen, vemos que aunque se han estado tomando acciones en el corto plazo, no podemos hablar aún de escenarios libres de riesgos en el mediano plazo. Será necesario seguir las novedades en estos frentes y en otros que pudieran comenzar a tener problemas sobre sus capacidades de pago (posiblemente Italia en Europa y Japón en Asia, cuya deuda ha sido reducida en calificación la semana pasada), y tener claro que no habrá soluciones inmediatas, sino que estos temas serán todavía focos amarillos durante los próximos 2 a 4 años.

Deudas europeas: historia en varios capítulos

Publicado en Plaza de Armas el 23 de Mayo de 2011

Durante el 2010, en el contexto del inicio de una débil recuperación económica del planeta, surgió un tema que creó mucho nerviosismo y temores sobre una posible doble recesión mundial: la deuda soberana de diversos países. Aunque para finales del 2010 ya se consideraba el escenario de la doble recesión como muy poco probable, el problema de las deudas públicas sigue vigente, y tiene todavía el poder de impactar en el ritmo de recuperación económica mundial.

Los nombres que surgieron en aquel entonces, y que siguen siendo parte de las noticias recientes, fueron Portugal, Irlanda, Grecia y España. No son las economías más grandes del planeta (salvo España que está en el orden de la 9ª economía mundial, las demás están entre los lugares 30 a 40 del mundo), pero su impacto principal es debido a que son parte de la Unión Europea, y el hecho de que hubieran llegado a esos niveles negativos de finanzas públicas dejaba muchas dudas sobre la capacidad de control y regulación de la Unión; inclusive, se llegaron a tener dudas sobre la permanencia del bloque europeo en el futuro.

Para medir la magnitud de la deuda de los países, dos parámetros de referencia son cuánto representa su deuda y su déficit respecto al tamaño de su economía. En el 2009, estos parámetros colocaban a estos 4 países en el grupo del 20% de los países más endeudados y con mayor déficit de acuerdo al Foro Económico Mundial.

Para evitar que el nerviosismos se expandiera en los mercados internacionales, era importante obtener de estos países una respuesta que se viera clara, enérgica y que diera confianza a los mercados, ya que uno de los grandes riesgos de esta situación era el efecto “contagio”: si un país se declaraba en incapacidad de solventar sus deudas, provocaría muchos movimientos de capitales que buscarían destinos más seguros, con los consecuentes desbalances financieros en el mundo.

Como primera acción, la Unión Europea prestó $156 mil millones de dólares a Grecia en Mayo de 2010, a cambio de comprometerse a aplicar un plan de austeridad para reducir el gasto público y a vender activos estatales. El segundo país en recibir un préstamo fue Irlanda, en Noviembre del año pasado, por $121 mil millones de dólares. La semana pasada se aprobó el préstamo para Portugal, por $111 mil millones de dólares. Se espera que el monto de la ayuda sea suficiente para solventar sus problemas financieros. En todos estos casos, el Fondo Monetario Internacional también ha participado con un tercio del monto de los préstamos a estos 3 países.

España es el único país de estos 4 que no ha recibido préstamos europeos, mientras se mantiene en la ejecución de su plan de austeridad para recortar el gasto y así disminuir su déficit fiscal.

¿Qué resultados hemos tenido hasta ahora? Empecemos por Grecia, que fue el primero en recibir la ayuda. Hemos visto durante este periodo diversas manifestaciones sociales de descontento, que tuvieron su hecho más reciente el pasado 11 de Mayo, cuando tuvieron una huelga general de 24 horas. Además, el gobierno solicitó la semana pasada a las autoridades europeas más apoyo financiero, lo que generó como respuesta de las autoridades europeas mayor presión para que aumenten sus esfuerzos de venta de activos y recorte de gastos. Un refinanciamiento es una opción que no desean las autoridades europeas por los nuevos riesgos de contagio en el sistema bancario del país y en Europa.

Por otra parte, Irlanda ha aumentado sus niveles de deuda significativamente respecto al tamaño de su economía (en el 2012 era del 70% de su PIB, y en el 2014 será del 116%; como referencia, la de México era del 30% de su PIB en 2009). A inicios de Mayo, su Primer Ministro declaró que Irlanda tiene la capacidad para cumplir con sus deudas; sin embargo, no ha sido fácil para el país colocar sus bonos en un mercado poco propicio, lo que genera también ciertas inquietudes en el futuro próximo.

España también ha tenido fuertes descontentos sociales, derivados de un nivel de desempleo del 20% y de una muy lenta recuperación económica. Sin ir más lejos, la semana pasada comenzó un movimiento social de protesta que aunque en general se ha llevado en términos muy pacíficos, demuestra un gran descontento y capacidad de organización de parte de la sociedad civil y, considerando que este pasado fin de semana hubo elecciones locales, el movimiento podría tener fuertes implicaciones políticas, que podrían llevar inclusive a un escenario de elección adelantada de parte de Zapatero si los resultados de estas elecciones locales son poco favorables a su partido.

Para nuestro país, el caso de España es el que podría tener mayores repercusiones en un corto plazo, tanto por la presencia de inversión española en México como por la presencia de 2 instituciones bancarias de gran importancia en nuestro mercado, BBVA y Santander. Hasta el momento, Santander anunció un cambio en la tendencia negativa de los resultados que obtenían en su país, y aunque a nivel de grupo la ganancia cayó 5% en el primer trimestre del año, en México subió 1.7% y ven perspectivas positivas próximas. Para BBVA, su caída en el mismo periodo fue de 7.3% a nivel de grupo y de 1% en México por condiciones locales de competencia. Aunque a nivel global no han tenido buenos resultados, en México siguen teniendo una participación importante.

La situación de las deudas de estos países seguirá siendo tema por varios meses. Estos 4 países, además de cumplir con sus compromisos financieros, tendrán que atender las presiones sociales que surjan a su interior, lo que hace más compleja la situación. Si los países no van cumpliendo sus compromisos, como el intento de renegociación de Grecia demuestra, seguirán latentes los efectos al sistema financiero mundial. Otro frente de alerta es Estados Unidos, cuya deuda de casi el 100% de su PIB, pero eso lo analizaremos en otra ocasión.