miércoles, 8 de junio de 2011

México mejora en una clasificación de competitividad mundial

Publicado en Plaza de Armas el 6 de Junio de 2011.

¿Una golondrina? o una primavera

En el día a día nos vemos expuestos a la discusión sobre diversos temas económicos y sociales del país en el que nos encontramos entre 2 posiciones contrapuestas y distantes: las versiones oficiales donde se mencionan logros, avances, máximos históricos, etc. y las versiones no oficiales que argumentan cifras alegres, retrasos significativos en dichas áreas, etc.

Normalmente la realidad es tan amplia y diversa que da pie a que ambas posiciones sean ciertas,  sin necesidad de inventar cifras o de falsearlas, sino simplemente con presentar los datos “convenientes”. Por ello es importante entender dichos datos dentro de un contexto amplio, con algún marco de referencia que permita entender su magnitud, ya sea en términos del tamaño de población o de la economía para los temas nacionales, o en términos de aumento o disminución de posiciones respecto a otros países para temas internacionales.

Por ejemplo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tiene un programa llamado PISA que evalúa cada 3 años a jóvenes de 15 años de sus 34 países miembros y de más de 30 países asociados con la finalidad de identificar el desarrollo de capacidades en las áreas de ciencias, matemáticas y lectura. Del 2003 al 2009, México ha mejorado sus calificaciones consistentemente en las 3 áreas, principalmente en lectura y en matemáticas; ésta es sin duda una buena noticia. Sin embargo, México se ha mantenido en todo el periodo como el país de la OCDE con peores resultados.

Situaciones similares ocurren con diversas evaluaciones globales, como la del Índice de una Vida Mejor desarrollada por la misma OCDE, donde en su documento oficial comienza la presentación de los resultados de México con el siguiente texto: “México ha hecho un tremendo progreso en la última década en términos de mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos, especialmente en las áreas de educación, salud y empleo. Sin embargo, México tiene una baja clasificación en un gran número de temas en relación a la mayoría de los países que participan en el Índice de una Vida Mejor”.

Y así como estos tenemos diversos ejemplos: el Índice de Globalización que desarrolla el Centro de Investigación para la Economía del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich (discutido en esta columna en Abril), donde a pesar de haber mejorado la calificación de globalización un 50% en casi 40 años perdimos 32 lugares; tenemos el Reporte de Competitividad desarrollado por el Foro Económico Mundial, donde en 4 años perdimos 14 lugares debido a un estancamiento en la calificación general; por último, el Índice de Prosperidad elaborado por Legatum (grupo mundial de inversión privada con 25 años de vida), donde en 3 años caímos 37 lugares.

Cuando se publican estos resultados, nuevamente caemos en los juegos que mencionaba al principio: unos lo usan como batería para atacar al gobierno actual, y los representantes del gobierno actual descalifican con mucha facilidad los resultados por las metodologías usadas. Sin embargo, una actitud mucho más productiva de ambas partes sería entender realmente el detalle de cada índice: todos nos muestran aspectos que mejoran y aspectos que caen; pero sin duda, el hecho de que sean tantos y tan diversos los indicadores que nos muestran tendencias negativas a lo largo del tiempo, que sin duda algo estamos haciendo mal dentro del contexto mundial. Más allá de los discursos, estos resultados deberían servir para definir acciones específicas en un plan de mejora.

Debido a todo este contexto negativo es que quiero resaltar los resultados publicados recientemente por el IMD (escuela de negocios de Suiza ubicada en el lugar 14 de la clasificación mundial del Financial Times en 2011), en su estudio de competitividad mundial, donde México había estado entre los lugares 46 a 50 en los últimos 4 años; pero en la clasificación del 2011 subió al lugar 38, una mejora de 9 lugares en un año.

Este estudio evalúa más de 330 variables divididas en 4 grandes categorías: desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia de los negocios e infraestructura. México tuvo mejoras en todas las categorías, pero principalmente fueron en el tema económico y el de negocios donde más mejoró.


Categoría
Lugar 2010
Lugar 2011
Desempeño económico
25
16
Eficiencia del gobierno
46
43
Eficiencia de los negocios
51
43
Infraestructura
50
49

Elaborado por Inteligencia de Negocios Atalaya con datos del Anuario de Competitividad Mundial 2011 del IMD

Entre los países a los que México superó hay economías con problemas económicos y financieros, como hemos visto en las últimas semanas (Grecia, Portugal e Italia), pero también están 2 de las economías emergentes a las que todo el mundo está volteando a ver (Brasil y Sudáfrica) y otras economías más pequeñas (Filipinas, Perú, Hungría, Lituania y Colombia).

Sé que una golondrina no hace primavera, y que será necesario ver en el tiempo los resultados de otras clasificaciones para identificar si verdaderamente estamos logrando un cambio en las tendencias. Con temas tan profundos por resolver como la eficiencia del mercado laboral, la seguridad, la calidad del empleo, la pobreza, etc., podría sonar como que ese cambio de tendencia está aún lejano. Pero el hecho de que el IMD evaluara que México presenta un mejor entorno que estos otros países para crear y sostener la competitividad de las empresas, creo que merece su espacio y evaluación.

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