lunes, 4 de abril de 2011

Impactos de la tragedia de Japón en la economía mexicana

Artículo publicado en Plaza de Armas (www.plazadearmas.com.mx), periódico de Querétaro, el 21 de Marzo de 2011.

Mucho se ha escrito y hablado sobre las diversas desgracias que ha estado viviendo Japón en la última semana. Existe aún mucha incertidumbre y nerviosismo sobre las implicaciones económicas de los fenómenos naturales que sufrieron recientemente, en particular por la crisis nuclear que siguen enfrentando (al cierre de esta columna seguían los esfuerzos por controlar la planta nuclear de Fukushima).

En un planeta tan interconectado y dado que hablamos de la 3ª economía mundial, es imposible pensar que estos eventos no tendrán impacto en otros países, aunque todavía es difícil tener una evaluación clara de su magnitud. Sin embargo, analicemos ciertos datos que nos permitirán identificar el tipo de consecuencias en diversos horizontes de tiempo.

 A los días siguientes del terremoto, los inversionistas de diversos países mostraron desconfianza y temores, lo que llevó a caídas en muchas bolsas; sin embargo, para el Jueves, Japón, Estados Unidos, Corea del Sur y China tuvieron una primer jornada de crecimiento. No se puede decir que se tenga ya una situación bursátil estable a nivel mundial, pero los inversionistas de algunos países comienzan a tener una confianza inicial en las acciones de contención en la planta nuclear, en las acciones del Banco Central japonés con la gran inyección de dinero que hicieron al sistema financiero, y comienzan a identificar “gangas” en algunas acciones ante las recientes caídas, lo que lleva a reactivar el mercado bursátil. En resumen, podemos esperar aún varias jornadas de comportamiento volátil en el corto plazo.

En un horizonte de mayor plazo, hay algunos eventos que tendrán repercusiones en las próximas semanas y meses. A nivel mundial, Japón es un actor clave para los sectores automotriz, de alta tecnología y de maquinaria de precisión; por lo tanto, los paros o reducciones de producción que han hecho diversas plantas (Sanyo, Toshiba, Toyota, Honda, Canon, Panasonic, etc.) por racionamientos de energía o por otras circunstancias han tenido ya efectos en algunos precios internacionales de materias primas o componentes y, en algunas semanas, podrá comenzar a generar desabasto en plantas de diversos países, afectando las cadenas productivas de estos sectores económicos. Por lo pronto, en México ya comenzaron los desabastos de algunos componentes y cierres de un par de días en algunas plantas. Los mayores efectos se podrán comenzar a ver en mayor medida dentro de las siguientes semanas, conforme se vayan acabando las existencias que estas empresas tienen actualmente.

En el horizonte de más largo plazo, que abarca los siguientes años, las implicaciones mundiales serán en cuanto a las estrategias de generación de energía. La Asociación Nuclear Mundial estima que el 15% de la energía del mundo se genera con reactores nucleares, y muchos países ven éste como uno de los caminos a seguir para reducir las emisiones de carbono en la generación de energía. Sin embargo, en varios países se ha desatado la discusión sobre la continuidad de estos programas, como son Alemania, Suiza e Israel por mencionar algunos. Aunque seguro habrá debate en varios países, por lo pronto las declaraciones de los 2 principales países generadores de energía eléctrica con base en reactores nucleares, que son Estados Unidos y Francia, son en el sentido de seguir con sus programas. Para Japón, el tercer productor de este tipo de energía, es un tema de profundas implicaciones estratégicas. De acuerdo a la firma de inteligencia Stratfor, Japón importa prácticamente el 100% de su petróleo, por lo que la energía nuclear les daba una fuente de control interno para la generación de energía; si como consecuencia de las evaluaciones técnicas y políticas Japón decide atenuar o frenar su programa de energía nuclear, esto podría limitar el ritmo de crecimiento del tercer motor económico del planeta.

En términos más amplios, el impacto directo hacia México podría ser relativamente bajo por la poca participación que tiene Japón en diversos frentes económicos (representó el 0.9% de la inversión extranjera directa en el 2010, el 0.6% de las exportaciones y aproximadamente el 0.3% del turismo internacional); claro que estos parámetros tienen un efecto multiplicador en el país, pero es más difícil evaluar su magnitud. Donde hay una mayor participación de Japón es en las importaciones, ya que representa el 5% de éstas. Seguramente el impacto más amplio se verá en aquellos sectores económicos que tienen cadenas productivas desde y hacia Estados Unidos en los sectores automotriz y de alta tecnología, por el intercambio comercial fuerte que hay entre Japón y Estados Unidos y nuestra intensa actividad industrial con estos últimos. ¿Qué beneficios podría haber? En el suministro de todo lo necesario para el proceso de reconstrucción que deberá seguir la región.

Es importante monitorear el desarrollo de estos sectores; usted identifique la forma en que su organización participa dentro de estas cadenas, directa o indirectamente, para preparar planes de contingencia. El siguiente par de meses será clave para poder dimensionar de mejor manera el impacto total de estos eventos.

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