miércoles, 20 de abril de 2011

Globalización de México: cómo jugamos en el concierto mundial

Artículo publicado en el periódico Plaza de Armas (http://www.plazadearmas.com.mx/) el 18 de Abril de 2011.

El Centro de Investigación para la Economía del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich, la mejor universidad de Suiza y la número 23 del mundo en el 2010 de acuerdo a la Clasificación Académica de Universidades del Mundo (una de las más reconocidas internacionalmente), comenzó a publicar en el 2002 el Índice de Globalización, con la intención de evaluar la forma en que cada país crea redes de conexión e interdependencia con otros países a través del flujo de gente, información e ideas, capital y bienes.

El índice parte de un modelo desarrollado por el economista Axel Dreher, con el que logró identificar que la globalización, en particular la relacionada con el flujo de capitales, bienes y servicios, tiene incidencia en el crecimiento económico de un país.

El índice evalúa 23 variables divididas en tres grandes grupos: globalización económica, globalización social y globalización política. El primer grupo evalúa los flujos de dinero y las restricciones existentes para el intercambio comercial con otros países. El segundo grupo considera el contacto de las personas con gente de otros países, así como la facilidad para estar expuesto a ideas, información e influencias culturales extranjeras. El tercer grupo evalúa el establecimiento de relaciones políticas con otros países y la participación en organismos o acuerdos internacionales.

Aunque el índice comenzó a publicarse en el 2002, evalúa información desde 1970. La evaluación publicada este año se hizo con información del 2008.

Los resultados nos indican que el país más globalizado es Bélgica, y así lo ha sido en los últimos 5 años. Basta recordar que en Bruselas se encuentra la sede del gobierno de la Unión Europea, y que Europa es la región más globalizada, por lo que suena natural este resultado.

México ha mejorado su calificación de globalización en un 50% de 1970 al 2008; sin embargo, lo ha hecho a una velocidad menor que el resto del mundo. En 1970 el país ocupaba el lugar 43 de 172 países, pero en el 2008 ocupamos el lugar 75 de 186 países, una pérdida de 32 lugares que nos ha hecho pasar del 25% superior de la clasificación a estar cada vez más cerca de media tabla.

Para no hacer una evaluación de casi 40 años de historia, centremos el análisis en los últimos 4 años. El país estaba en el lugar 64 en el 2005, pero en los últimos 3 años cayó al lugar 75. Esta caída ha sido provocada por pérdidas de lugares en los 3 ámbitos de globalización.

Globalización
Lugar en 2004
Lugar en 2008
Económica
76
89
Social
81
91
Política
74
87

Puede sonar raro que aunque estemos a nivel global en el lugar 75, en cada una de las variables evaluadas estamos cerca del lugar 90. Esto se explica por lo siguiente: hay un grupo de países que consistentemente están dentro de los primeros 20 lugares en cualquiera de los tres grupos de evaluación; pero le sigue un grupo muy importante de países que se caracterizan por tener una buena clasificación en alguno de los grupos (dentro de los primeros 30 ó 40), y muy mala ubicación en los otros dos grupos (del lugar 100 en adelante). El hecho de que México tenga clasificaciones muy similares en los tres grupos hace que suba en la clasificación general, lo que no es necesariamente un consuelo.

A nivel de Latinoamérica, son 34 los países evaluados, y México ocupa el lugar 11. El país más globalizado de la región es Chile. Aquí ocurre el mismo fenómeno que en la clasificación general: en cada rubro, México tiene una peor posición que en la clasificación general.

Algo que es interesante observar es que Latinoamérica tiene su peor resultado en la globalización social, donde el país mejor clasificado ocupa el lugar 44 de la clasificación general. Esto indica que tenemos muchas conexiones por desarrollar para facilitar el intercambio cultural y los contactos personales con gente de otros países. En el caso particular de México, recordemos un dato que mencioné en esta columna hace 3 semanas, donde mencionaba que aproximadamente el 0.9% de la población que vive aquí nació en otro país. La OCDE estima esta variable en 0.5%; en cualquier caso, somos el país con el porcentaje más bajo de las 34 naciones que conforman la OCDE, y sin duda este es un elemento que incide en que tengamos poca globalización social.

Es común que de forma cotidiana nos perdamos en las discusiones entre las cifras oficiales de mejora en distintos rubros y los ataques con o sin fundamento que desacreditan esos avances. Sin embargo, un parámetro que debemos observar siempre es la magnitud de dichos avances respecto al que tienen otros países, ya que eso nos permitiría observarnos en una realidad más amplia y de mayor impacto en el largo plazo para nuestro país. Por lo pronto, vemos que mientras no se reduzcan las restricciones para el comercio internacional y aumente en proporción al tamaño de nuestra economía los flujos internacionales, seguiremos comprometiendo aspectos que tendrían un impacto positivo en el crecimiento económico del país, tan necesario para revertir los rezagos históricos y actuales que hemos tenido en cada crisis. 

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